❀Cuando estemos a solas✿

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Ver todas estas ilusiones solo nos lleva demasiado tiempo
Y te quiero tanto
Porque caminas bonito
Porque hablas bonito
Porque me enfermas
Y no me voy hasta que te vayas

🌸

Nota: el capítulo tiene contenido +18. Están avisados:)

🌸

Habían pasado un par de horas desde que Sasuke llegó, durante ese tiempo le asignaron transcribir algunas cartas a computadora para enviarlas a unos socios. Llamaba mucho mi atención la forma en la que escribía sobre el teclado; sus dedos eran largos y delgados y se miraba gracioso al teclear. Parecían palillos bailando rápidamente.

Empecé a apagar todas las cosas para estar lista cuando Sasuke dijera y me quedé sentada en la silla del escritorio leyendo el blog de uno de mis amigos en la clínica; era sobre sus quimioterapias, apenas llevaba tres, en verdad esperaba que todo resultara bien. Sabía que un tumor no era fácil, yo sabía de eso, pero se necesita de mucha paciencia, tiempo y fe. Mucha fe.

Escuché la puerta sonar dos veces y al alzar la vista lo vi recargado en el marco. Ya se había quitado la ropa formal por algo un poco más casual, una camisa abierta negra con unos jeans azul marino.

—¿Nos vamos? —preguntó y asentí tomando mi bolsa y apagando la luz de la oficina.

—¿Cómo estuvo tu día? —pregunté mientras bajábamos en el ascensor.

—Bien, un poco aburrido. Escribí mucho. —se encogió de hombros— ¿El tuyo?

—Igual, tranquilo. —confesé y salimos del edificio camino a su auto. Estaba tan brillante, en verdad era precioso. Él se dio cuenta que lo miraba y me tendió las llaves.

—¿Qué?

—Manéjalo.

Rei nerviosa y negué. La verdad me moría de ganas por hacerlo: —No sé manejar. —confesé. Él arqueó una ceja no muy sorprendido y me abrió la puerta del copiloto.

—Ya veo.

Subió y encendió el auto. Tomó un cigarro de la cajetilla que estaba dentro de la guantera y lo puso entre sus labios, miré cómo sacaba el humo por su boca, se veía muy atractivo.

—¿Te molesta que fume? —preguntó y fruncí el ceño negando.

—Si a ti te gusta hacerlo está bien, aunque he de confesar que el olor no es lo más agradable. —tomé la cajetilla— Debe ser por esta marca tan barata.

Entreabrió al boca y me miró: —¿Desde cuándo eres experta en cigarrillos? —preguntó.

—No necesito serlo para ver el precio en la caja del súper.

Touché.

—Igual, ¿para qué me preguntas? —me encogí de hombros— No vas a dejar de fumar por mi.

—Podría intentarlo. —bufé.

—Fumas como si de eso dependiera tu vida. 

—Apuesto a que si no fumara no te gustaría tanto. —arqueé una ceja.

—No me gustas tanto, cálmate. —él puso los ojos en blanco y sonreí de lado.

—El olor a cigarro en un hombre despierta el apetito sexual en las mujeres. —lo miré como si estuviera loco, no, estaba loco.

—El cigarro disminuye el apetito sexual, está comprobado.

—Mentira.

—¿Según quién? —lo cuestioné.

Sakura 》SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora