Sakura 》Sasusaku

❀Tan emocional✿

Me pongo tan emocional, cariño

Cada vez que pienso en tiMe pongo tan emocional , bebé¿No es impactante lo que el amor puede hacer?

🌸

Ayer pasé uno de los peores sustos de mi vida: Sasuke por poco y se le cae la espalda o qué sé yo, tenía tanto miedo cuando vi lo terrible que se veía. En la noche no podía cerrar mis ojos por la ansiedad de saber cómo seguiría, pero como no tengo su número no podía hacer mucho, por lo que hoy me levanté temprano para verlo, en verdad esperaba que fuera al trabajo, o tal vez no, porque estaba lastimado y le dolería, pero quería verlo. ¡Diablos! Solo esperaba que se sintiera mejor como para ir al trabajo. Es todo.

Terminé de hacer el papeleo y lo fui a entregar, había unos cuantos paquetes para el señor Uchiha, aprovecharía para preguntarle acerca de su hijo. Toqué dos veces su puerta y logré entrar.

—Buenos días, Sakura. —dijo sin mirarme mientras leía unos papeles.

—Buenos días, señor. —miré los paquetes— Tiene coreo. —se los dejé sobre su escritorio.

—Gracias. —seguía sin mirarme. Apreté mis labios aún parada frente a él. ¿Cómo se lo puedo decir?

—Etto... ¿su hijo vino? —él bajó las hojas que leía y me miró— Solo quiero saber si sigue bien por lo de ayer. —él arqueó una ceja.

—¿Qué pasó ayer? —preguntó. Oh, no sabe.

—Uh, nada, nada. Solo un incidente en la cocina. —rasqué mi cabeza y el señor negó.

—Con razón tardó en bajar en la mañana. —tomó los papeles de nuevo. Sonreí, si vino.

—Oh, bien. Era todo lo que necesitaba saber, gracias. —me di la vuelta y escuché mi nombre.

—Sakura. —alcé mis hombros. Dios, que no me pregunte. Lo miré nuevamente, me observaba atento.

—Gracias. —dijo y sonreí aliviada. Solo hice una reverencia y salí de la oficina.

De acuerdo, ahora solo necesito encontrarlo. No era difícil después de todo, tendría que estar en cualquier lugar que se pueda limpiar. Primera opción, quizá la cocina. Bajé a la cafetería y Mei me indicó que no lo había visto. Fui al cuarto de limpieza y no había nadie. Definitivamente en el almacén no estaría, normalmente hoy graban ahí. Oficinas de edición tampoco, en el cuarto. Quizá salió por algo de comer, tendría que esperar a encontrármelo accidentalmente. Di un último vistazo al piso y caminé decepcionada a mi oficina. Metí la llave y al entrar lo vi sentado en el escritorio.

—¿Cómo entraste aquí? —pegunté con media sonrisa. Él sacó detrás de él un aro lleno de llaves y alzó sus cejas varias veces.

—La ventaja de mi trabajo. —reí y me acerqué a él. Usaba el traje azul nuevamente.

—¿Cómo sigues? —pregunté y él se encogió de hombros.

—Como nuevo, ¿ves? Como un día en la playa. —entrecerré mis ojos. Ayer estaba terrible, ¿cómo se le pudo quitar el dolor en una noche?

—¿Fuiste al doctor? —pregunté y él asintió.

—Mi padre me llevó en cuanto salimos de aquí. —me le quedé mirando y crucé mis brazos.

—Qué curioso. —me di la vuelta y caminé al computador para apagarlo— Por que tu padre me acaba de decir que no sabía nada.

Él se quedó callado unos segundos.