En un mundo donde el 80 por ciento de la población nace con algún tipo de poder, eventualmente la ciencia empezará a hacerse la eterna pregunta universal: "¿Por qué?". Los genetistas del mundo estarán ansiosos por diseccionar a todo aquello que tenga un poder inusual en la búsqueda del origen de este nuevo fenómeno, y en el momento en el que alguno consiga dar con el secreto, el siguiente paso lógico será buscar la forma de manipularlo y reproducirlo. La curiosidad de un científico es una fuerza poderosa e imparable que no debe subestimarse. El impulso incontrolable por la búsqueda de respuestas los ha llevado en muchas ocasiones a descubrir secretos que tal vez la humanidad no debió conocer nunca. Desde los virus de computadora hasta el agente naranja y la bomba nuclear, muchos de los males más terribles que hoy en día flagelan a la raza humana fueron creados por científicos que no fueron capaces de detenerse a sí mismos, motivados simplemente por la curiosidad de averiguar si de verdad serían capaces de lograr lo que se proponían, sin detenerse en ningún momento a pensar en si debían hacerlo. Y siempre han sido las siguientes generaciones las que pagan las consecuencias de los errores acumulados de todas las anteriores. ¿Cuántos errores será capaz de acumular el mundo hasta ya no poder soportar más?
—Oigan ustedes, ¿me escuchan? —llamaba el Jefe de seguridad al grupo del techo, que ya bajaba en un elevador—. El grupo del bloque de celdas me acaba de informar que tomarán una pequeña desviación. Parece ser que Mustard se encuentra también en este centro.
—¿Mustard? —repitió Dabi—. ¿Ése inútil? ¿Qué es lo que está haciendo aquí? ¿Y qué más nos da a nosotros?
—No pierdan tiempo. Se dirigen al bloque X-19, ustedes tienen que volver y desconectar la energía.
—¡Espera un momento! —dijo entonces Spinner—. ¡Se supone que DiMalloy nos estará esperando en el punto de extracción en unos minutos! ¿Qué pasará si llegamos tarde? ¡Ése miserable podría abandonarnos aquí!
—Recuerda lo que dijo anoche —le recordó Dabi—. Aún nos necesita a todos. Por ahora, no estaría mal que nuestro número sea más grande por si estos cirqueros aún planean traicionarnos —luego le dijo a la copia de Belle—. ¿Y tú qué harás?
—No tengo opción. Me aseguraré de que regresen a salvo, esa es la misión.
Mientras tanto, el resto del equipo ya se había adelantado. Llegaron al bloque donde Mustard se encontraba y se prepararon para salir del ascensor. Ya había pasado el momento de las sutilezas.
—¿A su jefe no le importará si algunos de los guardias a los que eliminamos eran parte de sus infiltrados? —preguntó de pronto Twice.
—No —respondió Belle con indiferencia—. Ellos ya cumplieron su función, siempre hay más de donde salieron esos.
—DiMalloy es despiadado, ¿no? —dijo Shigaraki.
—Si no le sirves, sí —respondió Shiva como si nada.
El grupo salió del elevador y al salir a la caseta de vigilancia Toga les dijo:
—Déjenme esto a mi, será divertido.
Por sí sola desolló, degolló y/o destazó en pedazos a todos los guardias que había en la caseta de vigilancia del bloque con sus pequeños cuchillos, mientras que ellos trataban sin éxito de abatirla a tiros. En cuanto terminó, se sacudió como perro toda la sangre que pudo y luego ella y los demás salieron al pasillo, que era idéntico al del bloque anterior. Se dirigieron a la ubicación de la cápsula de Mustard, sólo que cuando llegaron ésta ya no estaba en su lugar.
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My Hero Academia: El Diamante Rojo
FanfictionAkira Hayami es una nueva estudiante en la Academia U.A. y a pesar de las extrañas circunstancias que rodean su llegada, de inmediato deja encantados a todos sus compañeros de la Clase 1-A, excepto a uno. Sin embargo, queda claro rápidamente que Hay...