24. El castillo de cristal

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En un mundo donde el 80 por ciento de la población nace con algún tipo de poder, ¿de qué manera será posible conocer el verdadero alcance de cada uno de estos poderes? ¿Podríamos sencillamente permitirle a cada quién intentar utilizar su nueva habilidad adquirida al máximo nivel, solamente para averiguar hasta dónde puede llegar? Aunque lo hiciéramos de forma controlada, ¿cómo podríamos estar seguros de que conocemos la verdadera naturaleza de cada una de estas habilidades como para poder tomar las medidas apropiadas para contenerla antes de ponerla a prueba? ¿Cuál sería el riesgo en caso de cometer algún error? ¿Sería demasiado alto? Pero por otro lado, ¿y si no se hiciera nada? ¿No sería aún mayor el riesgo de no permitirnos conocer la verdadera magnitud del poder que tiene cada individuo antes de que llegue el momento en el que se vea obligado a averiguarlo por cuenta propia sin ninguna clase de regulación ni experiencia previa? Son demasiadas preguntas, y una respuesta equivocada a casi cualquiera de ellas podría llevarnos a un verdadero desastre.

—¡No se atreven a lastimar a su amiga! ¿¡O sí!? —se burlaba Dabi de Endeavor y Mirko al verlos tratar de pensar en cómo lidiar con la Muñeca de Trapo, quién solía ser nada menos que su colega, la Heroína In-Density. Aún tenía su cuerpo tan flexible enredado alrededor de los brazos de su ex-compañera, inmovilizándola en el suelo.

—¿¡Eso piensas!? —le gritó Mirko como respuesta, antes de ponerse de pie de un salto e inmediatamente después dar otro aún más potente que la elevó hacia el cielo nocturno iluminado por las enormes llamas que Dabi había encendido alrededor de la carpa, llevándose a su oponente con ella. Impulsándose con sus piernas, comenzó a girar en medio del aire en el punto más alto mientras volvía a caer en picada, y justo en el último segundo dejó que la Muñeca se estrellara primero contra el suelo, absorbiendo toda la fuerza del impacto, el cual fue tan potente que hizo temblar la tierra unos instantes. La Fenómeno había quedado herida, completamente inconsciente y seguramente con múltiples fracturas por todo el cuerpo, gracias a la falta de densidad en sus huesos. Soltó finalmente a Mirko, quien pudo levantarse a pesar de haberse llevado también una parte del golpe.

—Vaya —exclamó Dabi fingiendo estar impresionado, pero evidentemente molesto de haber perdido su ventaja—, no creí que fueras capaz...

—In-Density es como yo —le respondió ella—. Si me volviera loca, también querría que me detuvieran a cualquier costo.

Entonces los tres notaron que los demás Héroes ya comenzaban a llegar, junto con el pequeño ejército de la Fuerza Policial. Dabi, lejos de inmutarse, volvió a sonreír ante su predicamento.

—Ríndete —le exigió Endeavor—. No tienes oportunidad contra todos a la vez.

—¿¡Y si no lo hago!? —exclamó Dabi con una expresión maníaca en el rostro—. ¿¡Qué es lo que harás Endeavor!? ¡Me da curiosidad saber a cuantos más de tus colegas puedo alcanzar antes de obligarte a detenerme por la fuerza! ¡Por su bien, espero que estés dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias conmigo!

Volvió a avivar las llamas incandescentes en sus manos y las que se extendían a su alrededor, preparándose para quemarlo todo, cuando de pronto los tres empezaron a sentir como temblaba la tierra y a escuchar el ruido de algo que se acercaba cada vez más. Entonces pudieron ver el extrañísimo cristal rojo sangre que emergía desde el interior de la carpa y comenzaba a expandirse a su alrededor y por el suelo hacia ellos. Mirko se alejó de inmediato cargando a la Muñeca inconsciente. Sin embargo, al darse cuenta de que el cristal se tragaría la carpa por completo y casi sin pensarlo, Endeavor se impulsó hacia el interior a través de la entrada principal a toda velocidad. Al verlo, Dabi se apresuró a ir detrás de él, justo antes de que la entrada quedara bloqueada.

My Hero Academia: El Diamante RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora