En un mundo donde el 80 por ciento de la población nace con algún tipo de poder será necesario en algún momento retener a algunos de estos individuos que se rehúsen a seguir las reglas impuestas por la seguridad de la sociedad, tal y como ocurre hoy en día y como seguramente seguirá ocurriendo mientras los humanos tengan sangre caliente en las venas. Pero si estas personas poseen de verdad poderes que los hagan más difíciles de someter, habrá que tomar medidas bastante extraordinarias para mantenerlos bajo control. En el caso de los poderes más peligrosos las medidas necesarias podrían resultar ser tan extremas que incluso, en opinión de algunos, podrían rayar en la crueldad. ¿Será entonces justificable tratar de tal forma a los insubordinados para proteger al resto de la sociedad? ¿Qué clase de sociedad sería esa si necesitara torturar a quienes no se ajusten a ella? ¿Sería una digna de ser protegida? ¿Tendría otra opción? La historia nos ha demostrado que cuando una persona vive tratando de forma inhumana a otras, en algún punto empezará a perder su propia humanidad también.
La Oficina de Seguridad, Ingeniería e Investigación Genética, también conocida como GERSO por sus siglas en inglés (Genetic Engineering, Research and Security Office), fue uno de los organismos no-gubernamentales que apoyaron la propuesta de la Ley M641. Era una corporación relativamente nueva dedicada específicamente al estudio del origen y la manipulación genética de los quirks, aunque existían rumores entre la población de que se manejaba por debajo de la mesa como una empresa paramilitar de seguridad privada, mercenarismo internacional e incluso Operaciones Negras, ya que muchas de sus investigaciones eran financiadas por los gobiernos de múltiples países, pese a ser en su mayoría sumamente controversiales. Por supuesto, buena parte de estos rumores eran los típicos discursos sin sentido de los más fantasiosos nerds que armaban sus teorías conspirativas en pizarras que tenían en los sótanos de las casas de sus madres. Realmente no existía evidencia para sustentarlas.
Además de sus institutos y laboratorios, GERSO también era dueña de una de las prisiones privadas más grandes de Japón, el Centro Especializado de Detención GERSO para Villanos de Alto Riesgo, ubicado en la ciudad de Korscant y diseñado para la reclusión de Villanos con quirks considerados peligrosos, aunque no tan poderosos para requerir el nivel de seguridad de la más famosa y aislada Tartarus. Al ser una prisión privada, casi todo lo que sucedía en el interior era un misterio para el público general, y tal y como ocurría con la empresa en sí, corrían infinidad de rumores sobre la forma en que operaba, como que se realizaban experimentos con los internos o se les obligaba a trabajar para los clientes de la corporación. Sea como fuere, lo cierto era que ese centro era toda una fortaleza diseñada para que nada ni nadie pudiera entrar o salir sin autorización.
La entrada para el personal estaba bien vigilada. Tanto los empleados como los directores del centro atravesaban estrictas barreras de seguridad para poder ingresar a trabajar, que tomaban más de una hora. Toda la prisión estaba vigilada por guardias fuertemente armados y que utilizaban uniformes de cuerpo completo, que incluían cascos y máscaras similares a las que usarían los soldados de un grupo de operaciones especiales. Ese día, igual que todos los días, los empleados generales les permitieron a los guardias inspeccionar sus pertenencias, sus cuerpos, sus ropas y sus identificaciones; tanto manualmente como a través de sensores, máquinas de rayos X y detectores de uso de quirks ocultos. La mayor parte de la instalación era subterránea y había que bajar en largos ascensores cuyo descenso tomaba también una considerable cantidad de tiempo. Una vez en la entrada de su respectiva estación de trabajo cada empleado debía identificarse una vez más ante una última caseta de seguridad antes de empezar a trabajar. Esa mañana todos atravesaron las medidas de seguridad como de costumbre y llegaron a sus puestos, a sus escritorios, y en el caso de algunos, a sus oficinas en los laboratorios escondidos en los niveles inferiores de la prisión.
ESTÁS LEYENDO
My Hero Academia: El Diamante Rojo
FanfictionAkira Hayami es una nueva estudiante en la Academia U.A. y a pesar de las extrañas circunstancias que rodean su llegada, de inmediato deja encantados a todos sus compañeros de la Clase 1-A, excepto a uno. Sin embargo, queda claro rápidamente que Hay...