14. Paraponera clavata

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En un mundo donde el 80 por ciento de la población nace con algún tipo de poder en algún punto tendremos que darnos cuenta de que la aparición de estos poderes afectará también la naturaleza a nuestro alrededor. En un ecosistema que todos compartimos sería factible pensar que nuestra evolución forzará también o al menos tendrá un efecto en la de otras especies. ¿Cuánto tardarán las plantas y animales con los que tenemos contacto todos los días en adaptarse al cambio? ¿Podrán ser capaces ellos mismos de desarrollar nuevos poderes o capacidades? Lo más probable es que algo como eso tarde un poco más en suceder, y tal vez pensar en ello tan pronto sea adelantarse demasiado a las cosas, pero cuando uno empieza a hacerlo es imposible dejar de considerarlo, y una vez que ya se plantea la idea resulta un poco intimidante. ¿A qué clase de criaturas deberá enfrentarse la especie dominante del planeta en el futuro para seguir defendiendo su trono?

Al mismo tiempo que Midoriya, Bakugo y Todoroki comenzaban a enfrentarse al payaso, Hayami huía fuera del bosque junto a Tokoyami en dirección a los dormitorios. Cuando de pronto, casi saliendo del bosque, se toparon con Jiro y Kaminari que llegaban corriendo.

—¿Qué están haciendo aquí? —les preguntó de inmediato Hayami.

—¿Qué parece que hacemos? —le respondió Kaminari—. Venimos a buscarte.

—¿Pero cómo... ? —empezó a preguntar Hayami.

—No hay tiempo de dar explicaciones —le dijo Jiro—. Ya sabemos lo que pasa. Están a punto de atacar la Academia

—Ya lo hicieron —respondió Tokoyami—. Midoriya nos envió hacia el dormitorio de los maestros y a buscar a Kaminari en el camino. Dijo que él sabría qué hacer.

—Él nunca sabe lo que hace —respondió Jiro, mirándolo obviamente aún molesta. Él solamente desvió la mirada—. Además, el enemigo aún podría estar un paso adelante. Estos tipos podrían tener una trampa lista allá, ¿no es así Hayami?

—Supongo que sí —le contestó ella—. Deben suponer que ese sería el primer lugar al que se nos ocurriría ir. Tendríamos que ocultarnos en otro lugar que sea seguro, uno a donde ellos no sospechen que iríamos. Todoroki dijo que debíamos buscar la manera de contactar a los Héroes.

—La trampa que tenían para nosotros estaba en nuestro dormitorio —dijo Jiro—. Y hasta ahora hemos evitado activarla. Deberíamos volver ahí, liberar a los otros y pensar qué hacer.

—Eeeh... —quiso interrumpir Kaminari, seguramente sin querer hacer enojar más a Jiro al contradecirla—. En realidad, Midoriya creía que podrían estar vigilando el dormitorio, ¿recuerdas?. No sé si sea tan buena idea... —pero se detuvo al ver nuevamente la forma en que ella lo miraba.

—¡No es momento para que quieras lucirte pareciendo inteligente frente a Hayami! —le gritó Jiro con frustración—. ¡Si pudimos salir de ahí sin que nadie nos viera también podemos volver a entrar!

—Es cierto, buena idea, volvamos. —se desdijo el chico.

—No lo sé —les dijo Hayami—. No quiero poner a nadie más en peligro.

—Ya lo están de todos modos, al menos nosotros podemos prevenirlos. Vamos —concluyó Jiro y los cuatro se dirigieron de vuelta mientras Kaminari les explicaba a todos lo que había pasado más temprano y lo que encontrarían en las habitaciones. Cuando llegaron y pudieron observar el edificio desde una distancia segura no les pareció ver que hubiera nadie vigilando.

My Hero Academia: El Diamante RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora