12. Hayami vs Kacchan 3

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En un mundo donde el 80 por ciento de la población nace con algún tipo de poder, ¿seremos capaces de vivir tranquilamente sin temer que su posible uso arbitrario tenga graves consecuencias? ¿Podríamos acostumbrarnos a vivir en una sociedad donde exista una multitud de individuos con alguna facultad sobrenatural imposible de conocer de antemano? Cualquier día podríamos cruzarnos con alguien capaz de leer nuestras mentes y descubrir nuestros más profundos secretos, detener el tiempo para hacernos cualquier cosa sin que nos demos cuenta, o vaporizarnos en el aire en un parpadeo. Claro, sería lo mismo que decir que en la actualidad cualquier persona en la calle podría de pronto sacar un cuchillo y matarnos con él, y que tal vez la principal razón por la que no lo hace es porque simplemente es ilegal. Sería muy idealista pensar que se evitará cualquier incidente simplemente haciendo ilegal el uso de dichos poderes. Mucha gente de nuestro mundo actual hace todo tipo de cosas ilegales de cualquier modo. ¿El hecho de que en este nuevo mundo las consecuencias sean considerablemente más graves reducirá o aumentará el número de transgresiones? Sencillamente no lo sabremos hasta que estemos ahí.

Era la madrugada del domingo. El elenco del Biaconi CircuZ ya se había retirado a descansar, al igual que los miembros restantes de la ex-Liga de Villanos y los dos prisioneros del Centro de Detención que se ocultaban con ellos, luego de que todos hubieran repasado los detalles de su plan del día siguiente. La tranquilidad de la noche era rota solamente por el Dr. DiMalloy, quien había permanecido despierto afinando los últimos detalles. En medio de la noche, y cuidando de no despertar a nadie más, había llamado a Himiko Toga a su remolque privado.

—Es usted un viejo muy atrevido —dijo ella, entre divertida y molesta—. ¿Pedirme que nos reunamos a solas tan tarde en la noche en su habitación?

—Es importante, te lo aseguro —le dijo él, aún inclinado sobre su escritorio.

—Ya me imagino qué clase de cosas serán tan importantes para un viejo como usted. ¿Será que intentará aprovecharse de mí? —le dijo ella, sin poder evitar sonrojarse—. O peor, ¿tratará de convencerme otra vez de unirme a su circo y ponerme en contra de Tomura y de los demás?

—Te aseguro que no se trata de nada de eso —le respondió el Doctor volteando a mirarla—. Es sólo que no quise despertar a quién no fuera necesario. Tus amigos necesitarán de todo el descanso que puedan conseguir. Los pondremos al tanto por la mañana, pero si te sientes más cómoda teniendo a Shigaraki y a los otros aquí podemos ir a despertarlos antes de empezar a hablar. Por mí no hay problema.

Toga lo pensó un momento. Si el viejo intentaba algo gracioso ella misma podía deshacerse de él.

—Así estoy bien.

—Excelente. La razón por la que te llamé es porque hay nuevas circunstancias que me han convencido de alterar mi plan una vez más. Una oportunidad verdaderamente única se ha presentado de la nada esta noche, demasiado conveniente para dejarla pasar, y luego de sentarme aquí un par de horas calculando posibles escenarios he llegado a la conclusión de que para que este nuevo estratagema tenga éxito al cien por ciento necesitaré nuevamente de tu ayuda querida Toga, y de tus preciosos talentos.

—¿Alguna vez le han dicho que habla demasiado? —le respondió ella aburrida, sin dejarse impresionar por sus halagos.

—Me disculpo —respondió él—. Soy un animador, el preámbulo se vuelve un hábito. En fin, durante nuestra última función el circo recibió la visita de dos chicos que resultaron ser estudiantes de la misma Academia U.A. que invadiremos mañana, lo cual nos dio acceso a esto —y sacó un pequeño vial que contenía apenas unas cuantas gotas de sangre.

My Hero Academia: El Diamante RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora