Child's Play [Larry Stylinson] ©

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Abrí un ojo y después el otro, descolocado. Me dolía con fuerza la cabeza, y aunque ya se me hubiese curado, es como si la golpiza que me dio Zayn en la nariz volviera α escocerme como el primer día. Estaba seguro de que no me habría despertado tan rápido en esa cama si el celo no estuviera haciendo su efecto.

Ya me encontraba en la cumbre.

Y necesitaba de mi atención, pero no en ese lugar. Todo me transmitía malas vibras; incluso la posibilidad de ensuciar esas suaves y aparentemente caras mantas que me cubrían el cuerpo.

Y mi cerebro hizo un sonoro click.

Esa no era mi habitación; estaba muy lejos de serlo y, además, olía con demasía α Harry Styles.

Me incorporé con rapidez, provocando que todo mi ser me doliera como si me hubiese peleado con tres Mozarts α la vez. Me sentía como el culo.

Y pude notar su presencia allí, cosa que me recordó algo que por algunos minutos había olvidado totalmente.

¿Harry era un cambia formas?

Ese lobo. Lo había olido. Sabía que era él.

- ¿Harry? — Musité.

Una sombra se hizo más alta. Era él. Se había sentado en una butaca, en las sombras, incapacitando que lo pudiese ver α primeras.

No se movió. Se quedó recto como un palo, observándome con cautela y interés.

- Hueles α lujuria. — Dijo entonces.

Y mi piel se erizó.

Fruncí el ceño.

No, ese no era yo; era mi celo.

Y ese sujeto no era Harry.

Era un monstruo al que desconocía.

Me levanté de su cama, furioso, tirando las pobres sábanas al suelo como si ellas tuvieran la culpa de todo.

- Quiero irme. — Exigí.

Su risa, falsa, irrumpió en la habitación.

- ¿En tus circunstancias? No te lo recomiendo, omega.

Solté aire, confundido.

¿Por qué coño me había llamado así?

Decidí hacer la pregunta que me estaba rondando la cabeza, ignorando mi estado en ese momento.

- ¿Por qué no me lo habías contado? — Pregunté, tratando de que no se notara que estaba un poco ofendido.

Él guardó silencio, pero estaba claro que sabía α que me refería.

- Lo descubrí después. — Se hundió de hombros.

Entrecerré los ojos. Y después de todo, aún no era capaz de nombrar nuestro pasado en voz alta.

- ¿Después de que, Harry? Dilo. — Le reté.

De repente, se acercó unos pasos α mí, provocando que me asustara un poco.

- Después de que me traicionaras. — Pronunció, rencoroso.