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- Louis, ¿Tú tienes miedo?

Dejé de arrancar la corteza del roble blanco y miré α Harry con los ojos algo entrecerrados.

Harry.

El lobo negro que no era, precisamente, tan amenazante.

He de admitir que al principio, cuando le vi postrado ante mí, me dio al impresión de que me vendría un infarto; pero se esfumó cuando noté que α ese chico de pelo rizado le aterraba más  que yo fuera α robarle la bolsa verde que tenía tan apretada entre sus dedos.

Eso me causaba gracia.

Él podía matarme de un mordisco en cualquier momento y nadie le diría nada, pero si yo le robaba acabarían ahorcándome.

- Define ese sentimiento — Bromeé. El de ojos verdes rodó los ojos. —. Yo no le tengo miedo a nada. — Añadí con una voz más grabe, provocando que ese extraño ser que tenía al lado soltara una carcajada.

Era la segunda vez que nos veíamos — Básicamente él me lo pidió, y yo no me negué. — y ya sentía que ese lobo empezaba a caerme francamente bien.

No se parecía α ningún alfa negro que yo conociera.

Él también era tan solo un cachorro, y su complexión física no era tan fuerte como la de los señores y policías armados que α veces se llevaban α omegas de sus hogares.

No entendía porque, si tanto nos detestaban, nos llevaban con ellos α Straggrid; la ciudad que nunca duerme.

Harry descansó su cabeza en el tronco del árbol, y ladeó un poco la cabeza para poder verme mejor de reojo. Sonrió lentamente.

- Hablo en serio.

Mi expresión se relajó.

- ¿Qué clase de miedo? — Pregunté, volviendo α mi faena con la corteza. No miraba α Harry, pero estaba totalmente concentrado en la conversación. —. Hay muchas.

Él no dijo nada. Estaba pensativo.

- Supongo que... ¿Todas?

Sonreí.

- Bueno, ahora mismo me aterra que sepan que estoy α tu lado y no tratando de salvar mi pellejo. — Me referí α mi madre. Ella siempre me pedía que no me acercara α ningún lobo negro.

Harry solo apretó los labios.

- ¿Sabes que yo no te haría daño... no? — Cuestionó algo inseguro.

Mis ojos hicieron contacto con los suyos.
Hoy poseían un brillo algo más hechizante. O simplemente era el contraste de la yerba verde de la primavera con ellos.

Y le creí, de algún modo.

Su olor.

Su olor no me daba ningún motivo para desconfiar. Era extraño, pero me relajaba más que el de Niall o el de mis propias hermanas.

- Lo sé, Harry. — Confesé, dándole un pequeño empujón cariñoso.

Sus labios formaron una sonrisa que rápidamente se esfumó.

- Yo le tengo miedo α muchas cosas. — Susurró. —. Pero tengo que tragármelo para que mi familia no lo note. — Se hundió de hombros. —. Un lobo negro no le puede temer α nada, ¿Sabes? — Volvió α reír. —. Imagínate; y α mi me aterroriza mi padre.

Child's Play [Larry Stylinson] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora