Child's Play [Larry Stylinson] ©

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El ambiente se puso demasiado raro y no pude evitar ponerme nervioso. Decidí abandonar la habitación, al fin, sin dar ninguna explicación, y me sorprendió que Harry no me rompiera la crisma por ello. Ahora solo quería ver una cara amiga, o sentarme encima de una, depende de las compañías.

Dios, estaba delirando.

Caminé por el castillo como un vagabundo sin rumbo, encontrándome α cada lado por lo menos unos cinco guardias.
No pude evitar sonreír, ya que recordé una conversación que tuve con un Harry de 17 años.

- ¿Y como és? — Le había preguntado yo. — El castillo.

Harry me había mirado y sonreído, poniendo esa cara que hacía cuando iba α soltar un chiste de mierda.

- Como un prostíbulo. Hay un policía en cada esquina.

Negué lentamente con la cabeza. Que irónico que esa tontería me hubiese hecho gracia seis años después, pero ese Harry tierno y de rizos suaves ya no iba α saberlo.

Me detuve al lado de una puerta cuando un olor que me dejó totalmente hambriento no permitió que siguiera caminando más.
Me relamí los labios.

¿Hacía cuánto que no había pegado bocado?

Me di cuenta de que estaba delante de la puerta de la cocina, así que la abrí como Pedro en su casa. Cristenn se encontraba sola en medio de todos esos majestuosos cachicabeches. ¿No había más personal culinario?

- ¡Dios mío, chico! — Exclamó ella cuando ni siquiera se había dado la vuelta. Sus ojos demostraron una feroz compasión. —.

- Lo sé — Musité, recostando todo mi cuerpo en la mesa. Sonreí ligeramente. —. No estoy teniendo un buen mes. — Bromeé.

Α ella no pareció hacerle ninguna gracia.

- ¿Sabes lo peligroso que es pasearte por aquí oliendo tanto α celo? — Cuestionó. Negó ligeramente. —. Además, tu aroma es extraordinariamente fuerte.

Asentí, sintiéndome desdichado.

Ella empezó α removerse por todo el espacio, sacando algunas cazuelas e ingredientes.

- Estoy segura de que nadie te ha ayudado. — Continuó.

Sentí unas tremendas ganas de contestarle un sarcástico: ¿Tú crees?
Pero me abstuve α cualquier muestra de poco respeto.

- Voy α prepararte algo. — Informó. - Baja la hinchazón y el... eh... deseo.

Sonreí con sinceridad.

- Muchísimas gracias, de verdad. No sabes lo mucho que te lo agradezco.

Hizo un mohín con la mano, restándole importancia.

- ¿Y que te esperabas? Aquí también reside gente con un poco de humanidad. — Me guiñó el ojo.

Solté una suave risita.

Los siguientes minutos me los pasé observando cómo hacía hervir el agua y pelaba algunas flores. Tarareaba una rima pegadiza que estaba seguro de que había oído en alguna parte. Estaba seguro. ¿Sabéis cuando tenéis la certeza de que un recuerdo, por mucho que no consigáis ubicarlo, si existe? Era exactamente eso.

Así que decidí preguntárselo.

- El baile anual, Louis. Es la melodía que suena siempre, y viene acompañada de cantos y danzas. Una tradición hermosa que tiene la gente en Straggrid.

Asentí, cauteloso.

Me jodía, pero estaba seguro de que eso se lo había oído canturrear α Harry en el pasado.