"Esta vida no es fácil" ( La hija de Christian Grey)

Capitulo 11. Parque

El viaje para Christian fue corto a comparación a Phoebe que se había quedado dormida en el asiento del copiloto.

Cuando Christian aparco el auto frente al edificio, se tomó unos minutos para apreciar a su precioso ángel, mientras recordaba el momento en que ella misma había decidido abrazarlo, había pasado tiempo desde que tuvieron una verdadera muestra de afecto entre los dos; cuando el hombre que estaba en su oficina recibió la llamada por parte del director de la escuela que le relató lo que había ocurrido en la clase, hizo que el enojo gobernara su ser, pensando que posiblemente su hija había sido la causante de ese "accidente". Pero en el momento en que los delgados brazos de su pequeña que buscaban protección y cariño rodearon su cintura, hizo que sus pensamientos y emociones cambiaran, sacando casi que por arte de magia su lado paternal.

Abrió la puerta del piloto y bajó del auto, se dirigió a la puerta del copiloto y la abrió, tomó la mochila escolar que estaba sobre las piernas de Phoebe y se la colgó en el hombro derecho, para después tomar con mucha delicadeza a su niña que hacía parecer que su sueño era tan pesado como un yunque, la cargó entre sus brazos como si fuera una princesa o como si fuera la cosa más frágil del mundo y con mucha dificultad, usando su pie izquierdo cerró la puerta del auto.

Las puertas del elevador fueron se abrieron mostrando su hogar y a una Gail preocupada acercándose.

-Santo Dios! ¿Que pasó?- preguntó la mujer preocupada.

-Shhh...- hizo un sonido Christian para que la mujer guardara silencio. -Tranquila, solo se quedó dormida, por favor ayúdeme a quitarme la mochila del hombro- dijo a lo que Gail con mucha dificultad obedeció.

Después de varias maniobras para lograr quitarse la mochila del hombro sin despertar a Phoebe o que no se le cayera de sus brazos logró conseguirlo, haciendo que Gail la colgara en uno de los percheros de la entrada.

-Iré a acostarla a su habitación- susurro el hombre para dirigirse a las escaleras.

Al entrar a la habitación color de rosa, se acercó a la cama e intento recostar a Phoebe en la cama pero ella se aferró mas a su cuello.

-No...- dijo somnolienta e inconscientemente.

Christian la miro sorprendido, intento recostarla de nuevo pero la joven hizo exactamente lo mismo, se aferró más a su cuello e hizo un sonido de molestia.

-De acuerdo...si es lo que quieres...- susurro Christian.

El hombre se sentó en el borde de la cama aun con la niña en brazos y esta se acomodó para poder seguir durmiendo plácidamente.
Christian quito los pasadores que unían la boina escolar fucsia al cabello de la joven, la colocó en su mesita de noche y se dedicó a acariciarle el cabello.

-Se parece tanto a su madre...- pensó.

Un ruidoso tono de llamada tuvo que arruinar el bello momento, Christian tomó rápido su teléfono y lo puso en silencio.

-Me lleva...- maldijo entre dientes para después recostar a su hija ahora si dormida en el centro de la cama.

Observó aquel número telefónico que interrumpía ese bello momento con su hija, regresó su vista hacia ella que ya había atraído su peluche de oso para abrazarlo, movió su flequillo hacia un lado y le dio un beso en la frente. Se levantó silenciosa y cuidadosamente para después dejar la habitación en completo silencio.

El reloj de mesa marcaba las 4:22 de la tarde, Phoebe abría lentamente los ojos, pero intentaba volverlos a cerrar ya que quería dormir un poco más, después de probar varias posiciones para volver a dormir no logro que el sueño la venciera; desanimada se levantó de la cama y se dirigió a su gran armario.
Su reflejo en el espejo le mostraba que aún vestía el uniforme escolar que ya estaba algo arrugado gracias a que durmió sobre el. Se cambió a un vestido informal rosa crema y unas sandalias blancas, salió de su habitación y se dirigió escaleras abajo.