"Esta vida no es fácil" ( La hija de Christian Grey)

Capitulo 10. Abrazo

Eran las 5 de la mañana cuando a alarma de Christian sonó, haciendo que este se despertara, para seguidamente presionar el botón sobre el reloj deteniendo el ruido en la habitación.

Quito la sabana de encima suyo y se dirigió a su armario para ponerse un pantalón y una playera deportiva, fue al gimnasio e hizo su rutina diaria.

Cuando Christian había terminado de entrenar regresó a su habitación y tomó una ducha para después arreglarse para el trabajo.

     —Señorita Jones, ¿La niña ya despertó?— le preguntó el mientras esta trapeaba el piso del salón.

     —La llamé varias veces señor, pero no despertó señor— le contestó ella dejando de trapear.

     —Esa niña...— dijo mirando el fino reloj de su muñeca el cual mostraba las 6:04 de la mañana. —Yo iré.

Al abrir la puerta de la habitación observó como su hija dormía plácidamente abrazada de ese oso de peluche que su madre le había regalado.
Christian estaba hipnotizado, no podía dejar de ver a su hija, a su pequeña, esa pequeña que abandonó con su abuela por miedo, esa pequeña que solo veía en vacaciones o en navidad, que tanto amaba recordar como cuando era más pequeña lo llamaba "papi" con emoción al verlo, pero ahora todo había cambiado.

Se sentó a un lado de ella en la cama y comenzó a acariciarle el cabello, ella un par de segundos después al sentir el tacto abrió los ojos asustada.

     —¿Que hora es? ¿Es tarde?— preguntó asustada sentándose de golpe.

     —Tranquila, todavía tienes tiempo— dijo poniéndose de pie. —Anda, ve a arreglarte— le dijo tranquilo.

     —De acuerdo— dijo ella para después levantarse de la cama algo extrañada ya que la presencia de su padre la dejaba muy confundida, se dirigió al baño para tomar una ducha.

Christian al escuchar que el agua de la regadera caía se volvió a sentar en el borde de la cama y tomó el peluche que fue un regalo de su difunta esposa.

Ana,tengo miedo de no saber cómo criar a la niña...nuestra niña

Se quedo pensativo un rato pero al ya no escuchar el sonido de la regadera, se apresuró en ponerse de pie, dejar el peluche sobre la cama y salir de la habitación.

Phoebe salió del baño envuelta en una bata rosada crema y se dirigió a su armario, en este ya estaba colgado su uniforme liso y planchado.

     —A prepararse para la escuela...— se dijo en suspiro para si misma para después colocarse su uniforme.

Bajo a la cocina y se sentó en su silla alta habitual.

Ahora va a haber un aburrido desayuno por el cual terminaré peleando con mi padre.

     —Buenos días, Phoebe— dijo Gail coloca el frente a ella un plato con panqueques.

     —¿Panqueques?— preguntó Phoebe sorprendida.

     —Fueron petición de su padre— le contestó. —¿Gustas miel?— preguntó ofreciéndole una jarra de cristal en mineatura que contenía miel de maple dentro.

     —Por favor— dijo tomando la jarra derramando una buena cantidad sobre sus panqueques.

     —Buenos días Gail— dijo Christian entrando a la cocina.