"Esta vida no es fácil" ( La hija de Christian Grey)

Capitulo 21. Fin de semana encerrada.

—¡ALTO AHÍ!— escuché mientras una luz blanca me cegaba. —¿Phoebe? ¿Que haces aquí, señorita?—preguntó el profesor Louis mientras giraba un extremo de su linterna para bajar la intensidad de esta y así poder ver su cara.

—Mmh..vine por un libro al salón de clases. Es que no puedo dormir— le inventé.

—¿Y el libro?— ví como levantaba una ceja.

—Mmh...es que...yo...— intentaba inventar algo pero no se me ocurría nada.

—Ven conmigo— dijo tomándome de la muñeca y arrastrándome por el pasillo.

"¡Mierda! Me va a castigar, primera y única alumna a la que castiga el profesor Louis y tenía que ser yo"

—¡Lo siento! ¡Ya volveré a la habitación!— le suplicaba mientras intentaba soltar mi muñeca pero el profesor tenía un fuerte agarre que no llegaba a lastimarme.

—¡Shhh! Despertarás a alguien más— dijo mientras entraba al comedor.

Cruzamos el comedor y entramos en una puerta la cual las alumnas no teníamos permitido entrar. Era la cocina la cual tenía unos grandes ventanales que la iluminaban.

—Siéntate ahí— dijo apuntando a una alta mesa de la cocina.

Obedecí con un poco de dificultad ya que tuve que usar el impulso y la fuerza de mis brazos para subir a la mesa, una vez arriba mis pies se balanceaban en el aire.
Vi como el profesor caminaba de un lado a otro abriendo uno de los 3 refrigeradores de la cocina.

—Listo— murmuró mientras encendía el microondas y se acercaba a mi. —Dime una cosa...—dijo pero la alarma del microondas lo interrumpió.

—Lo escucho— le dije mientras volvía a darme la espalda.

—Toma— dijo mientras me tendía un vaso de cristal con leche caliente. —Ahora si, dime ¿Te gusta meterte en problemas?— me preguntó para después darle un trago a su propio vaso con leche.

—¡Para nada!— le dije confundida mientras bebía del vaso.

—Pues parece que si, en todas las guardias que he hecho de noche nunca he visto a ninguna alumna salir de su alcoba y en tu primera noche eres la primera que sale, cosa que sabes que está prohibida—dijo mientras apoyaba su cadera en la mesa pero no a mi lado sino que la mesa tenía forma de "L" y el estaba del otro extremo.

—Pues es que quería mi cargador, mi teléfono se estaba quedando sin batería— le expliqué golpeando el cristal del vaso con mis uñas.

—Otra cosa que está prohibida también— dijo alzando una ceja. —Podría confiscarte ese teléfono ¿Lo sabías?.

—Pero usted no es así de malo— le dije ladeando un poco la cabeza.

—Te dije Phoebe, que si te metías el problemas no sería el maestro bueno onda. Así que dame ese teléfono— dijo extendiendo su mano.

—No, por favor, no podré contactarme con mi padre— dije poniéndolo como excusa.

—Si necesitas contactarte con el yo tengo su número, así que dame el teléfono— dijo alzando y bajando su mano extendida en señal de insistencia.