"Esta vida no es fácil" ( La hija de Christian Grey)

Capitulo 18. La oficina del director.

Sentía mis piernas como gelatina, quería correr y escapar de aquel pasillo pero era imposible, no podía correr de regreso, el profesor Louis no me lo permitiría y tampoco podía volver hacia el comedor principal donde había hecho todo un espectáculo hace unos minutos.

Caminé hacia mi horrible destino mientras sentía la mirada amenazante de mi padre sobre mi cabeza que permanecía inclinada hacia abajo ya que no quería mirarlo a la cara. Sentí como tomaba mi barbilla con su mano y la levantaba para que lo mirara.

-Dios mío Annabelle, tu cara- dijo mi padre tocando mi mejilla haciendo que sintiera ardor. Probablemente tenía un rasguño por las uñas de esa arpía.

-Padre yo...

-Hablaremos después, Annabelle- me interrumpió.

"Annabelle" mierda claro que está molesto.

Mi padre abrió la puerta de la oficina del director permitiéndome pasar a mi y al profesor Louis.

-Señor Grey, buen día. Que rápido ha llegado- dijo el director poniéndose de pie y aproximándose a el para estrecharle la mano.

-Buen día, Señor Cárter. Vine tan pronto me informaron de la situación- dijo mi padre algo serio. No había pasado ni un mes en esta escuela y ya lo habían llamado a la oficina del director por mi comportamiento.

-Tome asiento por favor- dijo el director indicándole con su mano extendida la silla frente al escritorio. -Me temo que tendremos que esperar a que los padres de la señorita Evanni lleguen para comenzar con esto.- dijo volviendo a su asiento.

Sonia y yo en cambio nos quedamos de pie, solo había dos sillas frente al escritorio y por lógica uno de los padres de Sonia era el que debía sentarse ahí.

Pasaban los minutos y el silencio se estaba volviendo muy incómodo, instintivamente mire hacia el suelo observando en el camino mi uniforme horriblemente sucio por la sopa que Sonia comía anteriormente, también vi mis zapatos aun perfectamente lustrados pero uno de mis calcetines se había bajado dejando a la vista mi tobillo rasguñado, así que lentamente me agaché para volver a cubrir mi tobillo con este, ganándome así la atención de todos.

Estaba apunto de abrir la boca para explicar pero el sonido de la puerta abriéndose me interrumpió.

-¡Sonia! ¡Mi niña! ¿Que te ha ocurrido?- entró una mujer preocupada, acercándose hacia ella y tomando su cara. Era algo baja y delgada, vestía un vestido color rojo carmesí con unos tacones plateados y su cabello era rubio evidentemente teñido ya que un pequeño color castaño sobresalía de las raíces de este.

-¡Sonnie! ¡Santo cielo, tu rostro!- entró su padre con preocupación. El hombre tenía los ojos azules, cabello rubio perfectamente peinado y era alto. Vestía un traje negro con corbata del mismo color que el vestido de su esposa.

Entendía porque estaban tan asustados y por dentro me causaba satisfacción, el ojo izquierdo de Sonia tenía un moretón algo grande, su labio estaba partido y brotaba un poco de sangre de este, sus mejillas tenían leves rasguños al igual que sus brazos, pero lo más evidente de todo era su cabello rubio despeinado y enredado. En cambio yo solo tenía un rasguño en la mejilla y un calcetín abajo del tobillo, esto hacía que me riera malévolamente por mis adentros.

Veremos si ahora quieres meterte conmigo, cucaracha.

-¡Papi, esa loca me atacó!- dijo Sonia abrazando a su padre dramáticamente para después apuntar a mi dirección.

-¡A mi no me llamas loca...

-Annabelle, por favor- dijo mi padre entre dientes evitando que terminara la oración.