"Esta vida no es fácil" ( La hija de Christian Grey)

Capitulo 4. Nueva escuela.

Sentía como alguien me zarandeaba lentamente para intentar despertarme.

—Señorita, Señorita Grey despierte—escuche una voz femenina llamándome.

—Mmm...¿Quien eres?—le pregunte aun algo adormilada.

—Buenos días señorita Grey, soy la señorita Jones y soy la que se encarga de la limpieza de la casa, el señor Grey me envió para despertarla y avisarle que hoy irán a la escuela, para que se arregle por favor.— dijo ella.

—De acuerdo, muchas gracias— dije sentándome en la cama.

—Con permiso— dijo ella retirándose de la habitación.

Me levanté de la cama y me dirigí a mi baño. Tome una ducha, me vestí con un short de mezclilla, un playera blanca y mis zapatillas converse blancas.

—¿Que traes puesto?— preguntó mi padre cuando baje.

Él iba bien vestido, con un traje azul marino y una corbata de un azul algo claro.

—Mi ropa ¿Porque?— le pregunte confundida.

—¿No tienes algo más formal?— me preguntó.

—No, yo digo que esto está bien— dije mirándome de arriba había abajo.

—De acuerdo, como quieras después arreglaré eso—dijo él poniendo su teléfono en su oído para hacer una llamada.

Cuando se volteó aproveche para rodar los ojos fastidiada. Me dirigí a la cocina y Gail me sirvió un plato de huevos revueltos con jamón.

Comí un poco más de la mitad y ella me lo recogió. Me baje de la silla y mi padre llegó a sentarse en la de un lado.

—¿Me puedo retirar?— dije volteándolo a ver.

—Un segundo, ¿Comió todo Gail?— dijo mirando a esta.
Ante esto yo le hice una mirada suplicante para que me ayudara.

—Comió bien señor, solo dejo un poco— dijo dándole una sonrisa.

—Esta bien, puedes retirarte— dijo mi padre a lo que me fui, no sin antes decirle un leve y discreto Gracias a Gail, ella me sonrió como respuesta.

Subí a mi habitación, que ya estaba recogida y con la cama tendida, tome la la caja que contenía el celular de mi mesa de noche. La abrí y lo puse a cargar.

Al hacerlo se mostró un icono de manzana negra con un fondo blanco. Me comenzó a dar un montón de indicaciones hasta que llegue a una parte donde me pedía una red de Wifi, baje y me acerque a mi padre que seguía en la cocina terminando su desayuno.

—Padre...¿Tienes Wifi?— pregunte a lo que él soltó una carcajada.

—¿Que si tengo Wifi? Claro que tengo wifi. El módem está en la sala.— dijo él bebiendo un vaso de jugo de naranja.

—Gracias— dije para después dirigirme a la sala.

Después de poner la contraseña pude acceder a mi teléfono, regrese a mi habitación para tomar el antiguo para sacarle el chip y ponérselo a este.

Lo primero que hice fue descargar Whatsapp y enviarle un mensaje a Mariane.

—Phoebe, tenemos que irnos a tu nueva escuela.— dijo mi padre desde el marco de la puerta.

—Ya voy— dije guardando mi nuevo celular en mi bolsillo y acercándome a él.

—Pero, ¿no deberías peinarte?— me preguntó el con una mirada de confusión.