Narra Olive Brown:
No faltaba nada para que terminara el año y yo todavía seguía pensando en lo que había pasado en mi cumpleaños, el mejor sin duda, la pasé más que bien.
Por otro lado, ya tenía pensado irme a pasar navidad con mi madre, ya que ahora nos podíamos ir. Los profesores se encontraban tomando los nombres de los alumnos que se iban a quedar y de los que se iban, Camille se iba.
-¿Te vas a quedar? -le pregunté-
-Sí, claro. -respondió Tom-
-Pero, podrías venir a mi casa. -lo miré- Ya te dije que mi madre...
-Y yo ya dije que no. -me interrumpió-
-Bueno, entonces me quedo. -sonreí-
-¿Quedarte? -arqueó una ceja- Tienes la posibilidad de irte y tú decides quedarte.
-Por eso ven conmigo. -hice un gesto de súplica-
-No. -finalizó-
Esa misma tarde le mandé una carta a mi madre pidiéndole disculpas por no poder pasar navidad con ella, ya que debía quedarme a hacerle compañía a un amigo...
•••
Era víspera de navidad, sólo se habían quedado algunos alumnos, pero el baile se hacía igual. Yo no estaba muy segura si iba a ir, no tenía muchas ganas, quizás iba a inventar algo para no tener que asistir.
Mi madre respondió la carta que le mandé, dijo que lo entendía perfectamente y que esperaba que la pasara muy bien. Además, me había mandado un paquete que tenía una tarjeta que especificaba que lo abriera al atardecer y así lo hice.
Cuando lo abrí se trataba de un vestido blanco, muy hermoso, el vestido venía con otra tarjeta que decía que era para el baile y que esperaba que me gustara la foto que me mandó, pero no encontré ninguna foto.
Mi plan de pasar desapercibida con el vestido, había salido a la perfección, nadie había sospechado nada.
Me encontraba en la torre de astronomía acomodando mi vestido cuando una foto cayó al piso, era la foto que hablaba mi madre, en la foto estaba con mis hermanos riendo. Ese día había sido tan lindo, habíamos reído tanto que nos dolía el estómago, luego las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas.
Sé que la intensión de mi madre no era hacerme llorar, quería que me alegrara, quería que tuviera esperanza. Algún día me volveré a reencontrar con ellos, me quedé durante rato sentada mirando las estrellas y pensando en ellos.
La música comenzaba a escucharse, el baile había comenzado, se escuchaba a los lejos...
-¿Qué haces aquí sola? -preguntó-
-Tom, yo... -me interrumpió-
-No debes de darme explicaciones, sólo vengo a hacerte compañía. -se sentó a mi lado-
-No es necesario. -dije-
-Una me vez alguien me dijo que nadie debe pasar en navidad en soledad. -sonrió levemente-
-Muy sabia esa persona. -reí-
-¿No iras al baile? -preguntó-
-No. -respondí-
-¿Y por qué el vestido? -lo señaló-
-Me lo mandó mi madre. -dije-
Los dos nos quedamos en silencio, yo miraba a las estrellas mientras tocaba la foto.
-¿Son tus hermanos? -preguntó-
-Sí. -se la mostré- Margaret, Aaron y Eric. -los señalé-
-¿Y qué les pasó? -agarró la foto-
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Tom Riddle before the dark
FantasyTom Riddle se da cuenta que tiene la capacidad de amar y se esfuerza en intentarlo.