Narra Olive Brown:
La primera semana fue bastante bonita, pasé tiempo con Tom y noté que tenía un nuevo anillo, le hice preguntas respecto a eso, pero él no me quiso contar nada, lo único que dijo fue que al otro anillo lo había desechado. Este nuevo anillo era bastante lindo, tenía una piedra negra con un signo que no pude identificar.
Por otro lado, debía prepararme para las pruebas del equipo de Quidditch, en mi anterior colegio jugaba como buscadora así que no iba a ser tan difícil. Neil Lament era el actual capitán del equipo, debía hablar con él, agarré lo necesario y me dirigí al campo.
Entrenamos durante bastante tiempo, extrañaba muchísimo estar arriba de una escoba, Neil dijo que jugué muy bien así que tenía esperanzas, aunque también dijo que primero lo iba a hablar con el resto del equipo.
-¿Entraste? -preguntó Camille-
-Todavía no lo sé, tengo que esperar. -respondí- Pero creo que entré.
-Seguro que sí. -sonrió-
-Noviembre de 1943-
Las siguientes semanas trascurrieron con normalidad, seguí practicando, esperando una respuesta. Ya había pasado la fiesta de Halloween, la pasé muy bien, aunque Tom estuvo un poco distante (pero ya estoy acostumbrada).
Sin embargo, traté de aclarar mis sentimientos, lo hablé con Dorea y ella me aconsejó lo mismo que Camille. Y la verdad que no estoy muy segura de cómo hablar sobre eso con Tom, él no expresa sus sentimientos y a mí me cuesta ocultarlos...
-¡Mañana es nuestro primer partido! -dijo Neil- Olive, eres buscadora.
-¡SÍ! -exclamé- Perdonen... -vi cómo me miraban-
Estaba muy contenta, sabía que podría jugar, al finalizar la práctica le conté a Camille y luego fui a escribirle una carta a mi madre.
-¡Tom! -dije-
Él se encontraba a fueras de nuestra sala común, estaba completamente vacío y hacía bastante frío.
Narra Tom Riddle:
-Brown, estaba por entrar... -me acerqué-
-Yo voy a la lechucería. -me mostró unas cartas- Y cambiando de tema, tengo que contarte algo... -sonrió-
-¿Qué cosa? -pregunté-
-¡Entré al equipo! -me iba a abrazar pero luego se alejó-
-Felicidades. -dije-
La verdad que si me alegraba, quería demostrárselo pero no sabía cómo y abrazarla ya era demasiado.
-Gracias. -sonrió- Te dejo, voy a llevar las cartas.
-Te acompaño. -comencé a caminar-
No tenía nada que hacer, así que decidí acompañarla, era como si de cierta forma disfrutara su compañía... A veces me trasmitía su energía, todavía no entiendo cómo es que nunca se le acaba.
-Estoy muy feliz. -dijo-
-Lo noto. -la miré-
-Tú también deberías estarlo más seguido. -sonrió-
-¿Feliz? -pregunté-
-Es cuando... -la interrumpí-
-Sé lo que es estar feliz, Brown. -mentí-
No lo sabía, nunca he sabido lo que es la felicidad y por ahora tampoco quería saberlo...
-Bueno, llegamos. -dejo las cartas-
ESTÁS LEYENDO
Tom Riddle before the dark
FantasyTom Riddle se da cuenta que tiene la capacidad de amar y se esfuerza en intentarlo.