Narra Olive Brown:
-Pelirroja con pelo ondulado, medianamente alta y ojos claros.
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-Una cálida mañana de verano me desperté cansada y emocionada ya que era 1 de Septiembre, empezaban las clases, y anoche no había podido dormir muy bien por los bombardeos. La gente no mágica "muggles" estaba en plena guerra y aunque nuestra casa estuviera protegida escuchábamos todo, mi corazón se estremeció toda la noche pensando en la gente que moría, pero la comunidad mágica no podía hacer nada al respecto.
Y estaba un poco asustada porque no sabían cómo me iban a recibir en Hogwarts, una chica nueva y además extranjera, era todo muy diferente para mí.
En Hogwarts habían puesto medidas más estrictas por este problema, los alumnos tendrían que quedarse en el colegio hasta que se pudiera atenuar la situación. Mi madre me acompañó hasta la plataforma 9¾ y entramos juntas, ella trataba de disimular un poco sus nervios, pero es muy mala mintiendo.
-Tranquila madre, todo va a estar bien. -le dije sonriendo -
-Lo sé cariño. -me dijo con una sonrisa cálida-
-Madre, ¿te olvidas que puedo leer los pensamientos? -dije en tono de burla-
Tenía la habilidad de extraer los sentimientos y recuerdos de la mente de otra persona. Sin embargo, ella, estaba muy preocupada y se sentía muy culpable, aunque no tenía la culpa de que mi maldito padre haya sido una mierda con nosotras.
-Deja de leerme la mente jovencita, no es de buena educación. -me dijo tratando de hacerse la enojada-
-Lo siento madre, no lo puedo evitar. -le dije riendo-
-Y madre, no te preocupes todo va a salir bien... Hogwarts es seguro y tú vas a estar bien protegida en casa. -traté de calmarla-
-Es que las cosas son muy complicadas cariño... -me dijo mientras acariciaba mi cabeza-
La verdad era que podía leerle los pensamientos a cualquiera que estuviera en la plataforma y a veces se hacía extremadamente agotador, pero era algo que todavía no sabía controlar muy bien, seguimos caminando y observé a un chico (cabello negro, ojos claros y con muy buenas facciones) que me llamó mucho la atención ya que por alguna razón no pude saber al instante que era lo que estaba pensando, iba caminando junto a su carrito, él se dio cuenta de cómo lo observaba y me dirigió una mirada "intimidante" pero la verdad que yo no vi nada de intimidante en esa mirada, se veía tierno y quizás podría llegar a ser su amiga...
-saludé a mi madre y la abracé con todas mis fuerzas-
-Nos vemos madre, te quiero muchísimo. -le dije mientras le daba un beso en la mejilla-
-Cuídate mucho mi pequeña... Bueno, aunque ya no eres tan pequeña, aún sigo recordando cuando cambié tu primer pañal. -dijo soltando algunas lágrimas-
-No te pongas sentimental Amelia Brown. -solía molestarla diciéndole su nombre completo-
-Te amo Olive Charlotte Brown, estoy muy orgullosa de ti. -ella me sonrió y luego me dio un fuerte abrazo-
Luego me subí al tren para buscar algún compartimiento vacío, asombrosamente el único compartimiento vacío que encontré fue el de aquel chico misterioso al cual me había costado leerle los pensamientos.
- ¿Puedo pasar? -le dije con una tímida sonrisa en el rostro- Es que ya no hay más compartimientos disponibles. -como no hubo respuesta entré directamente-
- ¡Hola! -le dije extendiendo mi mano, esperando que me la estrechara-
El me miró y volvió a leer un extraño libro que tenía el nombre de Tom Marvolo Riddle, yo me quedé un rato observándolo para tratar de leer sus pensamientos, pero eran medios borrosos y no podía distinguir nada.
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Tom Riddle before the dark
FantasyTom Riddle se da cuenta que tiene la capacidad de amar y se esfuerza en intentarlo.