-La agonía-

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Narra Tom Riddle:

Ella se había quedado dormida sobre mi pecho, yo comencé a acariciar su cabello y unos minutos más tarde me quedé dormido.

Cuando desperté, Olive todavía seguía durmiendo, me cambié y fui a mi habitación. Al parecer, era muy temprano ya que no había nadie despierto.

Estuve esperando en mi habitación hasta que comencé a escuchar ruidos, al salir de mi habitación vi que Olive se encontraba hablando con Neil, ella me miró y luego se acercó lentamente a mí.

-¿Cómo dormiste? -preguntó-

-Bastante bien. -respondí-

El día estuvo bastante frío por lo que decidí no salir, estuve en mi habitación haciendo anotaciones y pensando en la diadema... Decidí ir a la biblioteca a investigar más sobre eso, intenté sacarle información al barón sanguinario, pero no pude obtener nada.

Las siguientes semanas fueron casi igual, salía con Olive, pero ahora estaba más metido e interesado por la diadema, pronto iría a hablar con Helena Ravenclaw para pedirle su paradero.

Ya estábamos a pocas horas de regresar a Londres, pero primero debía darle a Olive la carta antes de que me arrepintiera.

Salí a la sala común y ella se encontraba sentada en uno de los sillones leyendo.

-Te estaba buscando. -dije-

-Hola, Tom. -sonrió-

-Quería darte algo, pero... -me interrumpió-

-No con mucho público. -cerró el libro- Salgamos.

El pasillo estaba vacío, saqué de mi bolsillo el sobre y se lo entregué.

-¿Me escribiste algo? -se emocionó-

-Podría decirse. -respondí-

-Voy a leerlo. -sonrió-

-No, no lo leas. -dije- No, todavía.

-¿Y cuándo debo leerla? -preguntó-

-Lejos de Hogwarts. -respondí-

-Bueno... ¿Y por qué no ahora? -arqueó una ceja-

-Porque ahora debemos ir al Gran Comedor. -dije-

-La leeré en el tren. -guardó la carta en su túnica- Iré a guardarla para que no le pase nada.

-No la leas. -exclamé-

-No lo haré. -rió-

Esa carta significaba algo, nunca le había escrito a alguien algo parecido, nunca le había puesto tanto espero.

Narra Olive Brown:

Guardé la carta en mi valija, aunque la tentación era inmensa, quería saber que decía.

Subimos al Gran Comedor y comenzó la fiesta de fin de curso, mi última fiesta.

-Este día despedimos a nuestros alumnos de último año. -dijo el director- Cada uno de ustedes ha sido increíble, estoy muy feliz de haberlos tenido en Hogwarts.

Luego dio premios a los alumnos más destacados, entre ellos, a Tom. Este año tampoco pudimos ganar la copa de las casas, pero eso no importó.

Nos subimos al tren, miré por última vez al colegio y comencé a recordar todos los hermosos momentos que había pasado. Una lágrima de felicidad o de tristeza resbaló por mi mejilla, no podía creer que esta era la última vez en la que iba a estar en Hogwarts.

Cuando estaba en el compartimiento recordé que había guardado la carta en mi valija y no en el bolso de mano, así que no pude leerla. Estuve sentada con Camille, hablamos durante todo el viaje y también nos pusimos sentimentales.

Tom Riddle before the darkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora