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Cada día se hacía más aburrido en el hospital. Me sentía sano, pero no me dejaban irme a casa porque había tenido una pequeña conmoción cerebral. Había pasado una semana, UNA SEMANA, y todavía no me dejaban en paz. Me tenían encerrado en esa pequeña y blanca habitación veinticuatro horas al día, y a excepción de alguna visita por la tarde, me la pasaba mirando por la ventana como pasaban los pájaros.

Para aprovechar mi tiempo en cama, empecé a ver vídeos de mi mismo haciendo los programas del año pasado. Los veía una y otra vez, apuntándome en una libreta todos los errores que encontraba, para que cuando volviera pudiera corregirlos. De paso, también vi algún vídeo de Jungkook, apuntando también los errores que veía en sus coreografías anteriores.

- ¿Jimin? -preguntó una enfermera, apareciendo por detrás de la puerta-. Te toca revisión hoy, te van a hacer un escáner, como le dices tú.

- Joder -murmuré-. Odio ese tubo.

Estar quieto mientras te pasaban una luz por la cara, sin poder hacer absolutamente nada, era tortuoso. Me habían hecho tres ya, uno al llegar, uno hacía cuatro días y el de hoy. Solo esperaba que no me hicieran estar tanto rato dentro como la primera vez. Por un momento pensé que me habían abandonado allí dentro, se habían marchado y se olvidaron de mí.

- Es necesario -dijo entre risas, divertida por mis caras de asco-. Van a venir por ti en unos minutos, estate preparado.

Asentí, pero me acosté otra vez en la cama, que estaba un poco elevada. Dirigí mi vista a la ventana, ansiando la libertad que parecía que me habían quitado por completo. Echaba de menos patinar, necesitaba hacerlo para vivir, era como la comida. Vital. Hacía años que no me pasaba nada tan grave como para dejar por completo la pista por tanto tiempo. Las otras veces que me había lesionado, seguía yendo a la pista a mirar, pero ahora no podía ni moverme de la cama.

En un ataque de rabia, por no dejarme salir, decidí salir de la cama. Me quité la aguja en mi brazo, que conectaba con una bolsa de suero que había al lado de mi cama, y me levanté rápidamente. Me mareé un poco, pero luego de unos instantes volvía a estar bien. Salí cojeando de la habitación, mirando a lado y lado del pasillo para comprobar que nadie me veía.

Descalzo y vestido solo con la bata del hospital, subí las escaleras que subían arriba, caminando sin ningún rumbo claro. En las escaleras, me encontré con una señora mayor, que bajaba con dificultad las escaleras. No iba con la bata del hospital, así que supuse que era una visitante, ya que esa era la zona de habitaciones, no de consultas. Me acerqué a ella para ayudarla, pero ella negó.

- No te molestes, querido -dijo amablemente-. Me siento inútil si me ayudas.

- No diga eso -respondí frunciendo el ceño.

La señora me sonrió de manera triste y se despidió, bajando las escaleras poco a poco, como había estado haciendo. Me quedé allí parado, como un tonto, hasta que la señora hubo llegado al piso de abajo. Continué subiendo, poco a poco también, para no hacerme daño en el tobillo malo. Maldije cuando me di cuenta de la estupidez que había sido salir de la habitación sin las muletas que tenía para ir al baño.

Cuando llegué al siguiente piso, divisé unas muletas apoyadas en el pasillo, así que, disimuladamente, me acerqué y las cogí. Aliviado de no tener que apoyar mi pie en el suelo, mi velocidad aumentó notoriamente. Aunque no tenía mucha experiencia en caminar con muletas, me las arreglé para subir un piso más de las escaleras sin tantas dificultades como antes. AL llegar a suelo plano, vi una sala con muchas ventanas que daban al exterior. Al lado de estas había una puerta blanca, mi objetivo.

Apoyando las muletas con más seguridad que al principio, me acerqué a la puerta rápidamente. Al abrirla. Me encontré con un espacio amplio, una azotea. No había tenido la oportunidad de subir por mi mismo, pero Jungkook me había hablado de ella la última vez que había estado allí. No tenía planeado subir, pero como se había presentado la «oportunidad», pensé que era un buen sitio para ir. Allí, por lo menos, los doctores tardarían un rato en encontrarme.

Sobre Hielo - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora