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- Alcemos nuestras copas por el gran protagonista de la noche -Namjoon miró en mi dirección con una sonrisa orgullosa en la cara-. Para Minnie.

- Para Minnie -respondieron todos al unísono.

Después de eso, brindamos todos nuestras copas para luego tragar el líquido transparente color oro del que estaban llenas.

Como te echaba de menos, champán...

Bebí trago a trago hasta que me hube bebido todo el contenido de mi copa, sin dejar ni una sola gota. Oí los vítores de mis compañeros de equipo, animándome a beber todo el contenido del vaso.

- Alguien no va a llegar sobrio a casa -dijo Namjoon, con una sonrisa traviesa.

- Si llego sobrio, os denuncio -dije bromeando.

La conversación estalló en el restaurante. Al haber ganado el primer premio, Namjoon decidió que debíamos celebrarlo a lo grande, invitándonos a todos a cenar una vez volvimos a estar en Francia.

Una de las cosas buenas de eso era tener a mis dos mejores amigos, juntos los tres después de mucho tiempo. Y es que aunque Jin todavía se pasaba de vez en cuando por la pista para vernos, su trabajo le consumía demasiado tiempo y a veces podíamos estar meses sin vernos.

- ¿Cómo va todo Minnie? -dijo Jin a mi lado-. He oído que ha habido algunos problemas.

La sonrisa traviesa de Jin le delató de pleno. Una cosa mala del peli morado era su insaciable curiosidad y necesidad de cotilleo. Aparte de ser un gran dramático, claro esta.

Una vez, mientras estábamos en los vestuarios, recuerdo que sin querer le di un golpecito en el brazo. Pues se tiró al suelo y empezó a gritar que quería lesionarlo. Fue imposible calmarlo, y tuve que explicarle una y otra vez a Nam que había sido solo una broma del peli morado, que en realidad no le había hecho daño. El entrenador podía llegar a ser muy sobre protector, creedme.

- Si han pasado cosas -dije con una sonrisa-. Aunque te quedas sin cotilleos por abandonarnos durante tanto tiempo.

- ¡Eh! -se quejó el peli morado-. ¡No seas malvado!

- Espérate a que tome un poco de alcohol, entonces ya desembuchará -dijo Tae, bebiendo un trago del contenido de su copa.

- ¡No me expongas! -dije mirándolo mal-. No voy a beber esta noche.

- Avísame cuando este borracho, yo también quiero saber los detalles de todo -dijo Tae riendo junto a Jin, ignorando completamente mis quejas.

- Hecho -se dieron las manos cerrando el pacto contra mí.

- ¡Vaya amigos me he buscado! -dije bufando-. Me traicionáis más rápido que Nam.

- No me metas en esto -dijo riendo-. Yo no sé nada.

Todos nos reímos a carcajadas, incluido Jungkook. Me había dado miedo que el menor se sintiera incómodo, pero él escuchaba atentamente las conversaciones y daba sus pequeñas aportaciones, algo tímidas.

- Jungkook, ¿cómo va con Jimin? -preguntó Jin.

Cuando procesé la pregunta, casi escupo lo que acababa de tragar de mi copa, atragantándome en el proceso de evitarlo. Jin se rio de mí, pero los demás se quedaron callados mirándonos a los dos.

- estoy esperando, querido -dijo pestañeando rápido y en un intento de ser seductor.

Jin hacia eso con todos los chicos guapos, aunque estuviera prometido con Nam. Él decía que era su forma de mantener su orgullo, sabiendo que aún podía conquistar al mundo con su belleza. No me preguntéis por la lógica de sus argumentos, nunca la he entendido.

Sobre Hielo - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora