capitulo 11 El mito de el Pez.

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Notas de autor:

 

Bienvenidos al capitulo 11 de Sino en una cajita de metal, de nuevo mil gracias a aquellos que leen mis malviajes, son un encanto chocolatoso y si comentan, son un amorsh  al infinito y más  allá *3*.

 

Aquí sigo chambeando como burro con mi constante mal columnoso, ya quisiera estar mejor para poder ir un día con mis amigos a jugar Gotcha, salir al centro y aguantar más  estar por horas dibujando Y__Y. (No sé por qué agarro de diario personal para soltar tonteras en las notas de autor).

 

Últimamente me cuesta mucho trabajo tener tiempo para escribir, y mi situación emoticona y física tampoco colabora, pero intentaré  seguir adelante con este proyecto cada semana ^__^.

 

Gracias mil krystal y Sora que están al pie del cañon ayudándome con el texto y dándome ánimos para continuar   =) .

 

Sin más  por el momento los dejo con el capítulo  11 =) .

 

 

 

CAPITULO 11 El mito de el Pez.

Claudio por fin estaba feliz, Soto había aceptado entrar al taller. Pero esta vez estaba hablando con el equipo para convencerles de dejar entrar a Laurel también.

En el taller se sentía un ambiente de completa inconformidad, un miembro no habia dado su brazo a torcer.

-¿¡Laurel!? ¿Es una broma? ¡Es un inútil! -gritaba Rhein molesto-. Sé que Soto es importante por su familia y es su condición, pero ese chico sólo será un estorbo.

-Igual y no será de gran ayuda pero, no es una mala persona, lo conoces Rhein, y el precio es justo.

-A mí no me molesta -se escuchó en un rincón a Kamy, ésta escuchaba la discusión mientras arreglaba un objeto mecánico con forma de ratón-. La verdad es que odio cargar y buscar material, ¡jo!, y las herramientas en la bodega, es incómodo. Seguro el chico nos puede ayudar en esa parte, hay mucho material muy pesado, Claudio nunca está, Rhein es un perezoso y a mí no me gusta cargar cosas.

-¡Pero Kamilla! -definitivamente Rhein era el único inconforme con la decisión de Claudio.

-Somos pocos, Rhein. Una mano más nos vendría de perlas, también necesitamos conejillos de indias para las pruebas de los trajes de experimentación y las armas. Todos nosotros somos unos cobardes para usarlos, por eso nuestro avance ha sido lento, seguramente somos el peor equipo de armería de todos los colegios privados…

-Kamilla tiene razón, Rhein.

-Bueno, ¡hagan lo que quieran! Ese pueblerino no nos conviene, por algo el hermano puso esa regla para con Laurel, a ninguno de nosotros nos conviene su cercanía, ¡pero como son mayoría no puedo hacer nada!

-No exageres, que esa actitud parece más de rencor que otra cosa.

-Claudio, ambos somos del consejo, ¡maldita sea! ¡Y sabes lo que se dice de ese tipo! De que es un ase…

Sino en una cajita de metalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora