Capítulo 18. El búho falso y la serpiente.

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Nota de autor: Intentando regresar a la actualización semanal. Muchas gracias por los ánimos a todos los que me comentan, en serio me motiva mucho leer sus comentarios.

Honestamente me emociona estar ya en el capítulo 18, usualmente me cuesta trabajo seguir un proyecto, en especial si es texto, tengo problemas de concentración y emosidad. Me intimida un poco escribir con todo y que estudie letras, bueno, también me da algo de pena publicar mis dibujos, pero como llevo más tiempo publicándolos ya me acostumbré y pues trabajo dibujando. Pero lo de escribir me da más nervios y más pena, en especial por ser yaoi, loqueras mías.

Ver que ya llevo varios capis, aunque sean cortos, me anima. Ya he escrito varios malviajes pero éste es el primero que me animo a publicar y ver que tiene varios lectores me alienta mucho.

Y ya no me debrayaré más, los dejo con el nuevo capítulo.

 

 

 

Capítulo 18. El búho falso y la serpiente.



Las clases y todo volvió a la normalidad al día siguiente para Soto. Se dio cuenta que su escasa disciplina y poca motivación le causarían problemas en los entrenamientos militares. Hace tiempo que no practicaba esgrima o el uso de armas, la verdad las detestaba. Pero como todo ahí lo dejó pasar, junto con un profesor que le recordó que el paquete del día anterior lo seguía esperando.


-Por mí pueden quedárselo o regresarlo -le acabó contestando, no estaba de humor para ver artilugios rotos o cadáveres de animales desconocidos, seguro los del club de cryptozoología estarían locos por el paquete.


Pasó por el Taller de Armería pero optó por no entrar, no quería ver a Laurel y afortunadamente Claudio estaba muy ocupado con el evento de las fiestas de liberación de la Ciudad de Cielo que se celebraban en el instituto como para retarlo. Razón por la que Soto se sorprendió al ver salir a Rhein hecho una furia hacia él.


-¡¿Qué carajos te sucede?! –Rhein tomó del saco a Soto, lo miraba muy molesto.


-¡Cálmate! -Kamy intentó tranquilizar a Rhein agarrándole del hombro, se veía alterado, en la entrada del taller Laurel observaba la escena como testigo silencioso, recargado en la puerta y con los brazos cruzados.


-¿Qué te pasa Rhein?


-Primero, te niegas a entrar al taller a sabiendas de que necesitamos más como nosotros, estamos en medio de una guerra que está por empezar, ¡caray! Después decides entrar a cambio de que ese retrasado de allá atrás entre, y ahora decides hacer ovillo con el taller, y ayer saliste sin más y no regresaste, y para colmo quién sabe que le hiciste al menso que tenía sangre cuando saliste, ¿no que era tu amigo? ¿¡Estás loco!?


-Soy Laurel -dijo calmadamente el testigo silencioso.


-¡Cállate! ¡Que contigo es con quién menos estoy contento!


-Rhein, basta -Kamy le susurraba, era la primera vez que el odioso de Rhein se veía tan enojado.

Sino en una cajita de metalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora