Capitulo 23 Las bestias con piel humana

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Nota de autor :

Perdón por la demora >___< , dejaré este capi por aqui  •\\\\\\•.

Al final daré noticias importantes sobre esta novela y de paso advierto que tiene contenido +18 

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Capitulo 23. Las bestias de piel humana

Dos cuerpos estaban entrelazados bajo las sábanas, que de un momento a otro caerían al suelo para permitir apreciar el apetito que se tenían mutuamente y cuyo único testigo era la silenciosa y brillante luna. El cuerpo más alto lamía con ansiedad al menor que se dejaba hacer mientras que intentaba agacharse para poderle hacer sexo oral con una maestría que había logrado con la experiencia mientras el mayor tomaba la castaña cabellera del chico para controlar su ritmo. El hombre se sentía orgulloso por lo bien que había entrenado a su amante, aunque extrañaba el látigo, pensaba que tal vez, sólo tal vez, debería latiguearlo un poco más con todo y lo obediente que ya se había vuelto, en especial en el momento en el que lo poseía, se había convertido en la muñeca que tanto deseaba tener pero aún se divertía causándole daño.

Recordaba como al principio el chico era como una bestia salvaje que se negaba a ese trato, una "pequeña, sucia y vulgar bestia". Aún recordaba cuántas veces lo violó con una agresión que le excitaba de solo recordarla, para al final lograr su cometido, que el joven por su propio deseo se acercara a complacer carnalmente al poderoso Kravhen.

Ambos cuerpos ya se conocían desde hace tiempo, eran amo y esclavo, aunque este último no aceptaría en público haberse convertido en la mascota de ese hombre rico, tenía una reputación en la escuela que proteger a capa y espada.

Y es que el menor no sólo era un estudiante de Hanzhern, era el líder del consejo estudiantil. Y probablemente no tenía una belleza angelical pero su carácter y esfuerzo le dio ese título que se había ganado totalmente y su cuidado implacable lo hacía un chico atractivo. Su cuerpo era pequeño y delgado pero la fuerza de sus profundos ojos azules indicaban que era una bestia domada, resignada a tener esa doble vida que nadie en la escuela sospechaba.

El elegante cuarto del hombre estaba totalmente oscuro por la noche, lo que no permitía ver lo lujosamente amueblado de la habitación, apenas la luna con su sutil brillo dejaba entrever la opulencia de algunos muebles como la cama y un sofá gracias a la enorme ventana que enmarcaba la perfecta habitación.

Desde la ventana, y si uno se asomaba al balcón, podía verse la escuela. Tenía que estar muy cerca de ahí, de lo contrario el joven Lucien tendría problemas para llegar a tiempo a las clases del día siguiente. Aún recordaba cómo el hombre gastó una fortuna en esa mansión para que estuviera estratégicamente ubicada.

Fue esa noche a la mansión con un solo objetivo, informarle al dueño la situación de la escuela y de algunos de sus estudiantes, pero como siempre, acabaron enredados en la cama. Al chico no le molestaba, no en la actualidad, el hombre era muchos años mayor que él, y gustaba de sodomizar al muchacho en formas que a muchos les avergonzaría. Pero ser el juguete sexual de ese sujeto fue un papel que llevaba años cumpliendo y de algún modo ya le había agarrado "gusto" a esa situación. Al final se acabó sintiendo atraído por el poder de su amo.

El hombre tenía el cabello largo y unos negros ojos que contrastaban con su blanca piel. Entre la oscuridad y su negra melena, era imposible definir su apariencia o edad en especifico, pero Lucien lo conocía bien y no le importaba que esas largas hebras ocultaran el rostro de aquel hombre fuerte que lo sometía cada que se dirigía a la mansión a cumplir con su informe.

Sino en una cajita de metalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora