Sino en una cajita de metal

Capitulo 25 La serpiente enfadada.

Notas de autor.

¡PERDON!

En serio, mil perdones por tantos retrasos, entre la chamba, mis chivas, mi webcomic, mis traumas y todo lo demás me he retrasado demasiado, y me disculpo mucho por eso. Pero, como dije, no se como le hare, pero terminare esta novela. Quiero disculparme de antemano y agradecerles mucho, mucho, mucho por seguir insistiéndome en seguir esta novela. No saben como me animan a continuarla, no creo que escribir se me de ( y honestamente dibujo mas de lo que escribo a pesar de mis estudios), y la verdad es que si me dejo llevar mas por la inspiración que por la constancia debido a lo que puse arriba, sin mencionar que siempre me ha dado pena publicar lo que escribo, mas si deseo tener la oportunidad de seguir compartiendo SEUCDM. En serio gracias por su apoyo, me ayuda a no abandonar este proyecto aunque vaya algo lento y este consiente que no es muy popular XD. Pero también es cierto que decidí escribir esta novela por que a veces me cansa que el yaoi que leo en español casi siempre es igual y honestamente, aunque la relación homosexual aquí es crucial, no es lo que me motiva a avanzarla, creo que tiene que ver mas con otros debrayes y mi gusto loco por la literatura homoerotica y demás temas de ciencia ficción y fantasia que me chiflan.

Hoy mismo seguí escribiendo esta novela ( es que ya tenia rato que no mas no llegaba mi musa) así que espero que sepan pronto de mas actualizaciones.

Ya no les torturo mas con mis comentarios sin sentido y les dejo este capi, espero les guste =).

Capitulo 25

La serpiernte enfadada.

La luz golpeó la ventana y los párpados que Dorothea aún seguían cerrados. Ya era hora de levantarse, las clases empezarían pronto.

Aún con los ojos cerrados fue directo a darse un baño y después se puso la ropa y se arregló el cabello. Todo lo hacía mecánicamente sin darle importancia, como si el espacio lo tuviera fielmente memorizado en su cabeza y no obstante siempre quedaba perfecta, como un hermoso maniquí de aparador.

Balbuceaba cosas sobre el molesto sol que no le dejaba abrir sus ojos. Al final salió impecable y preciosa de su cuarto para seguir con sus clases.

Le aburría el instituto, se le hacían todos unos lentos. Ella estaba acostumbrada a un ritmo de vida acelerado y con una presión diferente. Le dijeron que ir a la escuela sería su descanso pero éste ya era exagerado a su punto de vista. Su única meta se centraba en el chico Soto, le alegraba tenerlo cerca, era su felino salvaje personal que necesitaba domesticar.

Pero la hermosa y soleada mañana se arruinó cuando éste "felino" la enfrentó. Le dio una buena noticia y el por qué ya no se veían tan seguido, decidió entrar en forma al taller. Y la mala noticia llegó acompañada con un "regresaremos a llevarnos como antes". Ella sabía lo que significaba, ya no socializarían tanto y su relación sería de nuevo como de simples compañeros de instituto. Ella lo miró, le dio un beso en la mejilla y dijo que estaba bien, que después lloraría arrepentido por no aprovecharla como debería.

Pero ambos sabían que esa decisión le afectó más de lo que mostraba su sonrisa fingida.

Hubiera querido golpearlo, darle la orden que la obedeciera, que no se alejarán. Ella era una mujer de armas tomar y ese mocoso le estaba causando problemas, pero se contenía. Todo para no romper la imagen que le costó aparentar, todo con tal de no delatar ni un ápice de sus verdaderas intenciones ni el poder escondido que poseía y era capaz de someter a los hombres e incluso algunas mujeres.

Le ponía mal los hombres inmaduros que habían olvidado crecer por ser criados en cuna de oro, a ellos siempre los uso cual calcetines. Pero tenía órdenes claras y Soto, a pesar de su inmadurez, era muy importante para ella y siempre había un plan B, no era tan tonta y tan superficial como los demás la veían.