capitulo 14 El sino del búho en la cajita de metal.

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Notas de autor:

¡Y sigo dibujando en súper friega loca! (Pronto será mi estrés mayor así que deséenme suerte).

Agradezco un montón al Sora amorsh, a la tierna Gretel y a Suf por sus preciosos Fanarts y coemntarios positivos que han hecho de SEUCDM, así como a Krystal que sigue echándome la mano con la editada y sus porras. Créanme que me animan como nunca a terminar la novela. Entre mi Dibujil chamba, y mis deseos de hacer un cómic he tenido dificultades para tener tiempo para actualizar la novela cada lunes (como ven ya también me atrasé con los bocetos) pero espero de corazón terminar esta novela, así me tarde más de lo esperado >__<.

Ya no debrayaré mas, les dejo el siguiente capítulo de SEUCDM :)

CAPITULO 14 El sino del búho en la cajita de metal.



Caminaron por las calles empedradas, siempre le había incomodado ese tipo de suelo a Soto. Pocas veces había pisado ciudades pequeñas o pueblos, todo el tiempo vivió en ciudades grandes con todas las comodidades que alguien de su apellido podría tener. Al andar pasaron cerca de una criatura muerta de extraño aspecto, era del tamaño de un perro, pero su piel era verdosa y su hocico parecía más un pico de ave que contrastaba con sus tres pares de patas que terminaban en unas garras nada parecidas a las de un canino. Seguramente a Wyvern y a los del club de cryptozoología les hubiera fascinado poder destripar ese cadáver. Pero la gente de ahí ya estaba acostumbrada a lidiar de vez en cuando con esas bestias y sólo esperaban que algún "limpiador" llegara a hacerse cargo, un niño con una vara intentó picar el cuerpo pero su madre lo jaló violentamente amenazándole de que no volviera a acercarse a una criatura así, como si uno se contagiara de esas bestias tocándolas, a ese grado era el miedo que le tenía la gente a esas misteriosas criaturas que salían de inframundo.


No caminaron ni un kilómetro cuando llegaron a una pequeña y acogedora cafetería donde pidieron ambos un café negro. Todo ese tiempo hubo silencio entre los dos, hasta que llegaron los cafés y empezó a hablar Geier. Soto estaba completamente a la defensiva, esperando la agresión que pronto recibiría, sabía que esa amabilidad era falsa, era un despiadado tipo disfrazado de un tímido joven que estaba dispuesto a medio matar a su hermano.


-Debo confesar que su decisión para hacerse cargo de mi hermano me sorprendió profundamente. Espero no causarle problemas con sus acompañantes, se veía que todos estaban ocupados con el caos que quedó en esa casa.


-¿Sabes qué pasó? Medio escuché que una criatura de inframundo mató a un niño -intentó alejarse del tema que irrevocablemente esperaba.

-No, pero estaba uno de mis superiores y su presencia es sinónimo de caos, algunas criaturas que atormentan pequeños pueblos pasan a las golondrinas para molestar a los habitantes. Disculpe, el caso es que después de mi sorpresa sólo me queda darle las gracias.


-¿Qué?


Geier se veía aún más incómodo que Soto, parecía no estar acostumbrado a platicar con las personas, todo un antisocial.


-Le agradezco lo que está haciendo. Con todo y que me apoyaron los directivos por presión de mi padre y su posición, sé que me creen un loco por las precauciones que tengo con... con mi hermano, pero accedió a echarle un ojo formalmente y eso me alegra, su carta me conmovió.

Sino en una cajita de metalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora