Nota de autor:
¡Ya va el tercer capi! ¡yey! XD aun no tengo idea como con mis pendientes logré encontrar momento para subirlo XP. De nuevo gracias a mis lindos lectores que siguen mi malviaje yahoi y mil gracias a Krystal que me echa la mano con editadas, correcciones y cosas que debo tomar en cuenta para no regarla tan feo conforme avanza el texto. Ya hace tiempo que no planeaba en serio subir algo por semana, creo que el inktober me ayudó con la disciplinada, espero seguir así por que para mi es genial cuando sigo un webcomic o novela que actualiza por semana y encontrarme al día siguiente la actualización, la verdad se siente bien bonito y detalles como esos me alegran para un buen inicio de semana, espero lograr eso algún día con alguno de mis malviajes.
CAPITULO 3 El Pez de Puerto Frío.
El chico que tomaba el libro era idéntico a la persona que vio la noche anterior, el mismo cabello corto, la misma mirada oscura y esa delgadez tan peculiar y ligeramente curveada que había confundido con las curvas de una mujer delgada y poco desarrollada. No podía ser que fuera tan estúpido y estuviera tan ebrio que había confundido a ese extraño chico con una mujer. Ni siquiera se veía afeminado. Esa visión lo dejó helado. Más intentó controlarse, sólo abrió la boca al verlo y al sentirse observado por su compañeros volvió a tomar su aire desinteresado.
-¿Pasa algo? -preguntó Claudio.
-Ah... nada, nada.
-Qué descortés de mi parte. Soto, él es Laurel, un compañero del instituto -dijo Claudio intuyendo el interés de Soto hacia el chico que acababa de aparecer.
Soto intentó alzar la mano para saludarlo con un desinterés obviamente fingido pero Laurel pasó de largo, abrazando el enorme libro que había agarrado y diciendo en un susurro que aparentemente sólo escuchó Soto.
-Ya nos conocemos, era el chico de ayer que apestaba a alcohol y sexo.
Soto se quedó perplejo. ¿En serio ese perfecto extraño dijo lo que creía haber escuchado? No pudo moverse hasta que dejó de ver a Laurel.
-Soto, ¿nos vamos? -le dijo bastante extrañado Claudio mientras que Rhein se veía desesperado por salir.
-Oh sí, vámonos... -caminaron hacia el taller, y poco antes de llegar Claudio regresó a su constante hablar.
-Y entonces... ¿Conoces a Laurel?
-No, en mi vida lo había visto. Pero fue un poco... cortante.
-Laurel no suele ser así de grosero, es muy tranquilo, y si no fuera por su hermano igual y sería sociable -le contestó Claudio-. Qué raro que actuara así contigo, como si te conociera.
-Igual y me confundió con alguien que le caía mal.
-Jajajajajaja no te pareces a su hermano -tercio Rhein entrando a la plática.
-¿Qué?
-Bueno, Laurel es una persona... ordinaria -dijo Claudio pensando demasiado la última palabra tratando no sonar ofensivo.
-Bastante ordinaria, yo diría torpe o ineficiente -terció Rhein con actitud presuntuosa.
-¡Basta, Rhein!
-¡Es la verdad! No podía encontrar el libro de geometría y se lo tuve que buscar, sólo por que soy una buena persona le hice el favor.
-El caso -suspiró Claudio-, verás, Soto, Laurel no es mal chico ni mucho menos problemático, pero es algo lento; no tiene talento para ningún taller, y... Su hermano nos prohibió a todo el alumnado acercarse a él más de lo necesario.
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Sino en una cajita de metal
General FictionSoto ya no espera mucho de su vida, a sus 16 años ya se aburrió de pertenecer a una familia importante y a una raza que para muchos es rara y por eso mismo discriminada. obligado por su comportamiento negativo a asistir a una de las escuelas mas imp...