Capítulo 17. El pez ensangrentado.

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Nota de autor:

Perdonen la demora de una semana. Entre mis emoeces y chamba se me paso el día ;3;. No obstante continuaré actualizando. En eso especial por que creo que dejé en suspenso el otro capi y no quiero que esperen demasiado XD.

Es curioso que mi musa inspiradora agarré más vuelo con ondas boy x boy que con proyectos un poco alejados, a veces son más fugaces, inmediatas, y si no las agarro a tiempo se van así como llegaron. Y esto lo traigo a colación porque se formó una idea autoconclusiva en mi cabeza de ese género, no puedo darle muchos detalles en este momento, en especial porque no sé si será publicada o no, pero eso también anda ahorita consumiendo parte de mi tiempo, si logró darle forma después hablaré con más detalles.

Las semanas asesinas se calmaron, así que aprovechare el tiempo que tengo, aunque también la disciplina la necesito mejorar ;3;. A veces siento que mi cabeza es algo dispersa. 

Oh! Lo olvidaba, en relación a los sketch de la página de dibus de SEUCDM ( sino-sketch-box.tumblr ) pensaba hacer sketch por capi, pero, como ya me atrasé un poco empezare a hacerlos sin mucho orden cronológico, en onda algo random, con suerte hasta encontrarán un sketch spoiler por ahí ;). También debo seguir actualizando esa cuenta.

En fin, perdonen mis loqueras de autor de siempre, ya los dejo con el capi 17. Mil gracias por la paciencia bellos chocolatitos :).  


Capítulo 17. El pez ensangrentado.

Soto entonces colocó sus manos en la cintura de Laurel levantando un poco su camisa, al mismo tiempo que acariciaba su vientre, de reojo observaba las reacciones del menor pero éste sólo se limitó en cerrar los ojos y usar todo su autocontrol para no externar sus emociones. Se contenía y Soto lo sabía, pero no podría asegurar si se controlaba por el desagrado tacto de que otro hombre lo tocara así o por vergüenza.


 -No te contengas, puedes decirme si te gusta o no. ¿Sabes?, desde que empecé a juntarme contigo anhelé escucharte decir que yo también te gustaba. Pero ni siquiera sé si prefieres a los hombres o a las chicas, si sólo aceptas mi compañía porque soy tu única opción. 

Laurel se mordía el labio, no sabía cómo responder, y eso frustraba a su guardián que no detenía el movimiento de sus manos por el estómago, vientre y de vez en vez aventurándose a los planos pechos de su protegido. Debía admitir Soto que era una sensación muy diferente a la curveada y delicada piel femenina, en especial al sentir esos pechos poco voluminosos y su peculiar piel fría y rasposa que le daba la sensación de tocar algo no humano. Definitivamente creía que debía estar muy mal al haberse enamorado de ese chico sin gracia. Pero eso era olvidado por su creciente excitación. Le dolía aceptar lo caliente que lo ponía ese chico, tal vez sí era una bruja disfrazada de varón que únicamente estaba ahí para fastidiarlo. Especialmente por lo mucho que contenía sus gemidos, lo confundía, no podía adivinar si lo disfrutaba y se aguantaba o controlaba su repulsión al sentir como otro hombre lo tocaba de esa manera.

 Intentando descubrir esa respuesta se aventuró a ir más allá. Dio con el cierre del pantalón del chico, introduciendo su mano en las partes viriles de éste. Al mismo tiempo le mordía y lamía su oreja esperando alguna respuesta positiva algo que lo animara a avanzar. Pero Laurel sólo seguía resistiéndose en silencio, cerrando sus puños que seguían en la pared evitando, gracias a su posición, todo el contacto visual que podría tener con su guardián. 


-No te resistas de esa manera, tú te ofreciste a esto -susurró Soto.


Sino en una cajita de metalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora