Capítulo 25

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Desde que se despidió de Edel, Kristen se había sumergido en un manantial de tristeza. No quería hablar sobre el amor, y solo quería estar sola arrepentida dejando que su lamento le diga lo mal que actuó referente al amor que siente por Edel.
Roza ligeramente con sus dedos el colgante que le regaló. Suspira pesadamente recordando lo mucho que lo quiso de niña, y cuánto lo ama ya de adulta.
Aquella misma noche, después de cenar decide dar un paseo, un soplo de aire fresco hizo que su piel se erizase.
De entre las sombras con un candil de aceite apare Johan para hacerle entrega de una gran cesta con comida.

— Karen, ¿Porqué estás sola a estas horas? — Pregunta Johan sorprendido por ver a su amiga y como su rostro había cambiado tan rápido.

— Quería pasear un rato. — Fue lo único que se le ocurre como respuesta.

— Karen, sé cuál es el motivo por el que estás así. Edel me lo ha contado todo. Él te ama mucho Karen, no debiste de juzgarlo así.

— No lo juzgo Johan. Simplemente, su vida ha cambiado. Edel es ahora un hombre rico, un duque. Tiene mucho poder, y yo solo soy la hija adoptada de unos granjeros. No tengo nada que ofrecerle.

— Tienes más de lo que te imaginas, querida Karen. Tú corazón. Este órgano no se puede comprar, pero si sabes a quién se lo entregas, el que lo reciba es el más afortunado del mundo. Da igual si eres un campesino o un duque.

— Me he arrepentido de haberle dicho a Edel que es mejor separarnos.
Desde que me enteré que lo nombraron duque, lo vi vestido como un noble, me dije a mí misma que no tenía nada que hace a su lado por ser tan pobre. Estoy segura de que hay muchas damas en la corte que sabrán hacerlo feliz.

— Lo dudo. Son hermosas porque llevan joyas y vestidos caros. Pero Edel te ha elegido a tí. De hecho, yo no le he visto con ninguna amante. Solo sujeta un colgante en forma de corazón y bebé coñac cuando se queda solo.

Inmediatame, Kristen supo a lo que se refería Johan. Y una gran sonrisa se forma en su rostro debido a la esperanza de haberse enterado de que Edel aún la recuerda y la ama.
Sin dudarlo, pidió ayuda a Johan para ir hasta la mansión de Edel. Quería estar cerca de él, aunque sea trabajar como sirvienta.
Johan no acepta la idea de Kristen, se niega en llevarla para que trabaje.
Pero ella,  sabiendo que es su última oportunidad de poder acercarse hasta Edel y expresarle su amor, le ruega a Johan su ayuda.
Resignado, el joven accede a llevarla hasta la mansión para que trabaje como sirvienta.

Tres días después, cuando Johan puso rumbo a la finca del duque, Kristen le acompaña con la ilusión de poder encontrarse con Edel y al menos, intentar reparar su error.
Se despide de sus padres haciéndole prometer de volver a visitarlos. Con su mano se despide de sus padres mientras se va alejando.

El viaje fue largo y agotador, y más por el calor se hacía notar.
Johan, como el capataz de la finca, no tuvo ningún problema en hablar con Hilda y perdirle el favor para darle a Kristen un puesto como sirvienta.
La anciana, mira con detenimiento a la joven haciéndole varias preguntas, las cuales contesta algo nerviosa, pero logrando convencer a la anciana y ama de llaves de quedarse a trabajar.
Acto seguido, Johan desaparece para irse al campo para continuar con su labor, mientras a Kristen se le hace entrega de una ropa distinta a la que lleva puesta.

— Ven querida, te voy a enseñar cuál es tu alcoba para que puedas descansar. A continuación, te daré instrucciones de lo que debes limpiar y cuando se le necesite, entrará en la cocina. ¿Está de acuerdo con su labor que va desempeñar aquí?

— Por supuesto, estoy muy agradecida de que me haya dado esta oportunidad. Pondré todo mi esfuerzo por hacer mis tareas bien. — Hilda mira a Kristen muy seria, incluso con desconfianza, pues no sería la primera vez que alguna chica joven quiere trabajar llevando otras intenciones.

El Noble Sentimiento#PGP2021Where stories live. Discover now