Capítulo 31

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Habían transcurrido varios días desde que Edel le propuso matrimonio a Kristen.
Aún esperaban ansiosos la llegada de su madre y hermana menor, las cuales mediante una carta escrita por Edel les comunicaba la noticia.
Dichosa por presenciar la felicidad de su único hijo, Viveka junto a su familia habían puesto rumbo de nuevo a Austria, tras llevar cerca de una década viviendo en París, donde Viveka formó una familia con Dorian.
Amélie también les acompañaba junto a su esposo el profoser Frinn y sus hijos, por nada del mundo quería perderse el gran acontecimiento.
Mallori había decidido ir primero hacia Austria, donde después de tantos años pensó en volver a la mansión de su padre, el cual estaba muy enfermo según había sido informada.

Nada más llegar a la mansión, Mallori sintió un leve escalofrío recorrer su espalada.
La mansión estaba en penumbras y apenas entraba la luz del sol.
Se presentó con la enfermera que se había dedicado a cuidar al conde durante los últimos años.
Después de hablar con el enfermera, Mallori empezó a caminar lentamente sujetando con firmeza un candelabro dirigiéndose hacia la habitación de su padre.
Allí, tendido en su cama, con sus ojos cerrados, su pelo blanco y piel blanquecina, hacia su progenitor luchando por despedirse de este mundo.
Mallori se acerca hasta el borde de la cama donde impactada observa a su padre. No pudo reprimir el llanto amargo de volver a encontrarse después de tantos años con su padre y más viéndolo en ese estado.
Comenzó hablarle con cariño sujetando sus arrugadas manos.
Mientras ella hablaba contándole cómo le había ido su vida, el conde seguía sin abrir los ojos.
Desvanecida, cae de rodillas al suelo rogándole que le diga al menos una palabra.

— Mallori, no llores más, nuestro padre pronto nos dejará. — Jakob toca ligeramente el hombro de su hermana.

— Pero...— Mallori mira con tristeza a su hermano el cual la abraza para que deje de llorar.

— Hermana, llora si lo deseas, pero debemos ser conscientes de que nuestro padre nos dejará de un momento a otro. Está muy grave.

— ¿Sabe Edel lo que está sucediendo?

— Edel está siendo informado de todo lo que le sucede al conde. No espero que venga a despedirse de él, como también entiendo sus motivos.
Yo, fui criado por él, nunca me faltó de nada y fui tratado bien. Quiero poder despedirme de mi padre agradeciéndole de alguna manera todo el cariño que me dió.

— Tranquilo no estás solo. — Mallori se limpia sus lágrimas desviando sus ojos hacia su padre.

Ambos hermanos estuvieron toda la noche en vela, hasta que antes del amanecer el conde abre sus ojos observando a los pies de su cama a sus dos hijos.
Despacio, tras permanecer unos minutos mirando y dejando caer una lágrima de arrepentimiento, el conde vuelve a cerrar sus ojos arrugados y cansados para despedirse de este mundo.

Tanto Mallori como Jakob lloran apenados por de haberse despedido para siempre de su padre.

Después del funeral, Mallori empacó de nuevo sus cosas para ir a visitar a su hermano, el cual había retrasado la boda por la muerte de su padre.

Al cerrar la puerta de la mansión, Jakob acompaña a su hermana para asistir a la boda de su hermano.
Ambos hablaron durante todo el camino de sus vidas hasta que al caer la noche, Jakob pide de hospedarse en una posada muy pobre.
Mallori, pregunta cuál es el motivo de querer pasar la noche en esa posada.
Con su mirada llena de pena, Jakob responde mirando al suelo que es allí donde trabaja su madre.
Durante algunos años, Jakob había ahorrado algo de dinero para darle a su madre, ya que ella permaneció mendigando en las calles durante un periodo de tiempo.
Jakob compró una vivienda vieja, con ayuda de unos conocidos la reformó para que tuviera la utilidad de ser una posada y así su madre tendría techo y comida.

El Noble Sentimiento#PGP2021Where stories live. Discover now