Capítulo 9

1.4K 153 9
                                    

A solas en la mansión, Sophy se prepara para recibir al conde.
Su belleza y su encanto no pasa desapercibido para Raphael, el cual cae como pez a la red ante la fascinación que le produce Sophy.
Interpretando el papel de mujer dócil, se deja cortejar descaradamente por el conde.
De un beso a una caricia, el deseo y las ganas de terminar en la cama llevó a Raphael hacerle el amor a Sophy sin importar que estuviera en su casa y ella se tratase del familiar de su esposa.
A Raphael le atraía mucho Sophy, no solo estaba prendado por su belleza, ella tenía algo que lo hacía enloquecer de deseo.
Después de varias noches durmiendo en la cama del conde, Sophy había conseguido su propósito de ser la amante del conde. Y eso la llevaría a obtener algunos privilegios siendo como la prima de Viveka no hubiera obtenido.

El carruaje de la condesa paró enfrente de la que fue su casa.
Saludando a los sirvientes, Viveka va directa hasta la habitación de su madre.
Al ver de nuevo a su hija hecha todo una mujer hermosa, no tarda en arrepentirse por todo el daño que le ha causado.

— Madre, ¿Cómo se encuentra? — Agarrando de la mano a su madre toma asiento a su lado.

— Ahora que te veo mucho mejor. Viveka estás muy hermosa. Veo que eres muy feliz y se nota en tu rostro.— Como siempre su madre sacaba sus conclusiones. Viveka ya había aprendido desde entrada la adolescencia a camuflar su dolor convirtiéndolo en  alegría para contentar a todos y ella después acabaría llorando donde nadie la viera.

— Sí, madre soy muy feliz. Estoy muy enamorada de mi marido y mira, estos son mis tres hijos. Klaus, Leyna y Mallori la más pequeña.

Su madre emocionada besa a sus nietos llorando emocionada porque al fin su hija lleva una vida digna junto a un buen hombre que la quiere y la respeta.

Durante horas, Viveka habla con su madre hasta caer la noche y debe de cenar con su padre y hermanos.
Como ya suponía, sus hermanos le dan una bienvenida fría, sin emoción alguna por verla después de tantos años.
Su padre la saluda diciéndole el lugar que debe ocupar en la mesa.

Aquella era su vida hasta que se casó. Estar al margen de todo, no tenerla en cuenta para nada y planear su vida como si ella no tuviera ni voz ni voto. Su matrimonio con el conde fue la llave para sacarles de la ruina donde estaban destinos a caer por mala gestión en sus negocios.
En silencio, come con sus familiares hasta que pasado un rato pudo levantarse de la mesa y volver a lo que fue su habitación para dormir junto a sus hijos.

Los  siguientes días Viveka no se separa de su madre cuidándola en su recuperación.
Una vez que su madre ya se encuentra mucho mejor, Viveka debía de volver a su hogar.
Con pena, se despide de su madre pensando en cuanto tiempo pasará hasta que se vuelvan a ver de nuevo.
Junto a sus hijos,  y la niñera se sube a su carruaje empezando un largo viaje hasta su hogar.

De camino a Salzburgo, el cochero propone de parar en una pensión para descansar y de paso refugiarse del mal tiempo que hacía.
Cansada de permanecer tantas horas sentada, pidió a su cochero de pider conseguir  habitaciones para descansar.
El cochero, quitándose su sombrero de tela de cuadros desaparece para adentrarse en el pueblo y preguntar por una pensión.
Como no tenía nada que hacer, Viveka empieza a caminar junto a sus hijos por las calles del pueblo.
Un puesto ambulante había despertado el interés de su hijo al ver marionetas de madera.
Acercándose con cuidado para ver aquellas figuras de madera un hombre de edad avanzada la paró.

— Disculpe señora mi atrevimiento, como la he visto sola con sus hijos le aconsejo que se vaya cuanto antes. En estos momentos el ejército francés vigilan las calles y pude que le hagan algo malo.

— No soy de aquí y no era consciente de que el ejército francés estuviera en el país. Y sí, viajo sola con mis hijos. Tan solo hemos parado para descansar.  Gracias por la información.

El Noble Sentimiento#PGP2021Where stories live. Discover now