El Noble Sentimiento#PGP2021

Capítulo 12 II Parte

Mientras su criada de confianza le termina de abrochar su corsé, Viveka mira su reflejo en un gran espejo colgado en la pared, el cual le devuelve la imagen de una mujer cansada, sin apenas ganas querer salir de su alcoba queriéndose esconder de todo lo malo que le está sucediendo.
Desde hace dos años, su vida a cambiado por completo, su sonrisa ha sido cambiada por lágrimas.
La presión de su esposo y de no poder oponerse a nada de lo que él exija, hace que su vida se agriete como la tierra seca.
La criada se va, una vez de que la ayudado a vestirse para acudir a un evento de la nobleza.
El emperador había invitado a todos los nobles asistir a una gran reunión donde se debatirá el estado del país.

Arreglada con sus mejores piedras preciosas y un vestido de color marrón claro a juego con su tocado, la condesa se da los últimos retoques de maquillaje escondiendo así su lamento.
La tristeza que empaña su corazón delatándola en forma de gotas de cristal recorrer su rostro llevándola a la más angustiada desesperación de poder ser libre saliendo así de la jaula de hierro oxidado que sea alzado sobre de ella.
Con serenidad, baja las escaleras escuchando por detrás de ella la voz de Sophy y su marido hablando en tono muy cariñoso.

Sophy no solo se había convertido en la querida del conde, ahora era su mano derecha.
El conde la adoraba, pasaba demasiado tiempo con ella a solas y ella aprovechaba para llenar de odio al conde en contra de su prima.
Raphael ya no sentía interés sobre su esposa gracias a lo consejos de Sophy sobre lo que debe hacer referente a su prima.
Su propósito de querer destruir a su prima para ocupar su lugar estaba dando sus frutos.
Había conseguido de que Viveka haga todo lo que el conde diga a través de ella con chantaje emocional referente a sus hijos.
También había logrado mantener lejos a sus hijas y apenas iban a visitar a su madre, incluso tambien quería quitar de enmedio a Klaus, pero era tanto el cariño y admiración por su hijo que tenía Raphael, que ella no podía hacer nada para mandarlo lejos.
Aún así, el que más le preocupaba era Edel.
Se había convertido en un muchacho de diecisiete años muy hermoso.
Para desgracia del conde, Edel era físicamente igual que su madre.
Y eso hacia de guardarle más resentimiento haciéndole la vida más difícil.

Agarrada del brazo de su hijo, Edel y Viveka llegan al palacio del emperador donde en un gran salón hay varias mesas llenas de comida, una gran orquesta instalada al fondo. Del techo cuelgan lámparas de pequeños cristales adornando así la estancia con alfombras y tapices fabricados de la mejor calidad por las manos de mujeres humildes pasando horas pegadas a los telares.

La condesa comienza a saludar a las damas de la corte mientras Edel se aleja para hablar con jóvenes aristócratas que habían acudido al evento.
Por detrás de ella, Sophy trata de imitirla, aunque para nadie era un secreto de que Sophy es la amante del conde, y por eso era muy criticada.

Sin embargo, a ella no le importa los comentarios negativos dirigidos a ella. Sophy gasta el dinero que le da Raphael en juegos de azar, conoce hombres interesantes con los que juega a las cartas sin llegar a más. Todos los aristócratas sabían el trato tan íntimo que tenía con el conde y más de uno había intentado convertirla en su amante.
Sophy, a su pesar, debía de rechazar las invitaciones de los señores dispuestos a ofrecerles caprichos por ser su amante, debido a que su afán de quedarse con todo lo de su prima le ha llevado a ser más ambiciosa exigiéndole más a Raphael.
Mientras Sophy obtenía todo lo que más deseaba, Viveka se iba hundiendo en un gran charco de arena movedizas, donde el silencio la hacía más débil, con aparencia de fortaleza se mostraba ante sus hijos para no preocuparlos.

Después de haber saludado a los aristócratas que han asistido a la reunión del emperador. Raphael se marcha para reunirse con algunos conocidos en grupo para debatir soluciones sobre el estado del país o qué sucederá realmente con el nuevo emperador y su manera de manejar el país.