El conde Wegner se encuentra terminándose de abotonar su camisa siendo contemplado por Klaus.
Al terminar de vestirse para la ocasión, Raphael agarra de la mano a su hijo mirándolo con admiración haciéndole entrega de un pequeño coche de madera de juguete. El niño sonríe y abraza a su padre, el cual recibe con mucho gusto y cariño el abrazo de su hijo.
Acto seguido, mira a su esposa diciendo lo hermosa que luce.Esa noche debía de recibir a sus invitados en la gran fiesta que había organizado en su mansión.
Los músicos habían llegado los primeros para colocarse junto a sus instrumentos y comenzar ha tocar para que los invitados puedan disfrutar de la música y bailar.Los primeros invitados comenzaban a llegar cargando un regalo como detalle para la niña.
En la puerta del gran salón, esperan la llegada de sus invitados los condes dándoles la bienvenida por haber asistido a la fiesta.
Uno a uno iban desfilando los nobles y amigos del conde mientras los criados terminan de colocar los platos de comida en una gran mesa donde se sentaran a comer los nobles.Durante la cena, la condesa habla con su grupo de amistades preguntando si les ha gustado la cena. Al mismo tiempo de hacer de buena anfitriona, podía lucir su vestido hecho por el mejor diseñador y mostrar sus joyas queriendo dar envidia a esas mujeres que anteriormente la criticaban porque no la veían casada por ser demasiado poca cosa y no muy agraciada en belleza, e incluso algunos rumores llegaron apuntar que se había casado con el conde por miedo a quedarse solterona.
Y allí estaba Viveka, pavoneándose ante aquellas mujeres que tanto la criticaron cargando a su bebé mostrándole de alguna manera que lleva una buena vida y ha sido capaz de tener lo que las malas lenguas aseguraban de que jamás llegaría a verse en esa posición.Los primeros acordes de violín anuncian elcomienzo del baile.
Los invitados hacen pequeños grupos para hablar de negocios, de lo que sucede en el país y las mujeres ponerse al día con los chismes de otras familias y los más jóvenes aprovechan para bailar con las doncellas de edad casamentera.Lo que si se comentaba era la gran fiesta que se había organizado, todo el mundo hablaba de lo mucho que le gustaba y como el conde adoraba a sus hijos, en especial a Klaus.
De Edel, casi nadie se acuerda. De hecho, en esos momentos nadie lo reconocería.La condesa habla con sus primas de lo feliz que es en su matrimonio.
Sonriendo por el comportamiento tan caballero por parte del conde y lo buen padre que es.
Aunque fuera su prima, Viveka tapaba la relación que había con su marido. Raphael se porta bien con ella, le ha dado título y protección a cambio de que ella le dé hijos.
Ella vive entre lujos, pero no hay ni rastro de amor por parte de su marido. Incluso a veces, se ha llegado a poner celosa de su primera esposa. Pues para nadie es un secreto de cuánto amó Raphael a Emma.Siendo interrumpida por una de las criadas, Viveka sale hasta la calle para ver quién son las personas que buscan al conde.
En la puerta, estaban parados tres personas desconocidas para ella. Con poca hostilidad Viveka le dice que es lo que desean hablar con el conde.
- Buenas noches, soy la condesa de Wegner, mi esposo en estos momentos no puede atenderles. ¿Qué desean? - Ella sin ningún tipo de reparo mira con desdén a la mujer que tiene delante dándole reparo de seguir hablando con ella debido a sus vestimentas andrajosas.
- Buenas noches. Disculpe que nos presentemos así sin avisar. Mi vestido está en mal estado debido a que hemos tenido un largo viaje. Venimos desde Viena. Soy Amélie Wegner, la hermana del conde Wegner, su esposo. Él es el profesor Frinn y Edel Wegner, el hijo del conde. Mi amado sobrino. - Haciendo las presentaciones, Amélie ve como el rostro de su cuñada cambiaba.
Para confirmar de lo que decía Amélie, Viveka llama a Freda, la cocinera y la que más tiempo lleva trabajando en la mansión.
Al salir la cocinera a la calle, no pudo ocultar su alegría de volver a ver de nuevo a la señorita Amélie y Edel.
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El Noble Sentimiento#PGP2021
RandomEl conde de Wegner tenía todo en la vida hasta que la inesperada muerte de su esposa transforma de algún modo su vida. Con un hijo a su cuidado, el conde culpa de toda su desgracia a su hijo el cual siendo inocente, deberá cargar con el resentimient...