Capítulo 17

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El gran día de su vida había llegado. Leyna se prepara para su boda.
Durante toda la noche había podido pegar el ojo, estaba tan nerviosa como encantada con la idea de contraer matrimonio con el hombre de su vida.
Sus ojos radicaban alegría, y sus labios no podía apartar una bella sonrisa la cual la hacia que lucira más bella aún.
A su alrededor, estaba su hermana, la cual miraba con adoración y  al mismo tiempo con tristeza de tener que separarse de ella. Su madre, sujetándola por su mano le decía lo hermosa que se veía y nada en el mundo la hacía más feliz de ver cómo une su vida a un buen hombre.

Después de la ceremonia, los recién casados juntos a los invitados fueron a la mansión del novio donde se daría una gran fiesta.
Al día siguiente, deberían ir hasta la mansión del conde de Wegner para dar por finalizada la boda.
El conde, sintiéndose orgulloso por su hija le hace entrega de un regalo, acto seguido abraza a su yerno dándole la bienvenida a la familia.
Viveka no podía sujetar sus gotas de ver partir a su hija mientras le decía adiós con su pañuelo blanco.

— Madre, no se preocupe, estoy segura de mí hermana va ser muy feliz. — Mallori abraza a su madre tras haberse despedido triste de su hermana mayor.

En el salón, el conde lee un periódico mientras que Sophy comenta las amistades que ha hecho en la boda.
Viveka apenas le presta atención, pues su mente solo retiene el rostro de su amado.
Durante la boda de su hija, pudo volver a verlo después de tanto tiempo.
Aunque quisiera luchar contra viento y marea por alejarse de él, su corazón la empujaba cada vez más hacia él.
Como si de un imán se tratase, sus labios estaban saboreando su sabor a escondidas,  recordándole que Dorian es su media mitad.

Excusándose, Viveka se va hacia su alcoba, donde a solas mira por la ventana pensando en Dorian.
Interrumpida por su hija, Viveka se sobresalta al escucharla entrar.

— Madre, hasta cuándo va dejar de llorar en la soledad. Llevo tiempo observándola y su rostro es cada vez más pálido.

— Mi destino es este hija mía. Por ello deseo que ustedes encuentren su dicha en las personas indicadas. Nunca hagan las cosas por deber u obligación, sino porque su corazón les diga que deben de hacerlo.

— Ojalá yo también encuentre un marido como Arthur. Pero...yo no tengo la misma suerte que mi hermana.

— Mallori, no digas eso. Aún eres joven y hermosa. Escúchame con atención hija mía. Hace poco me hablaste de ser maestra. Y yo me siento orgullosa por que pienses de ese modo. No todas las mujeres debemos aferrarnos a la idea de ser buenas esposas y madres. También tenemos derecho a demostrar que somos capaces de valernos por nosotras mismas.

— Pero...madre, yo no soy tan bella como Leyna. Puedo pasar desapercibida ante la mirada de un hombre. Creo que no estoy hecha para el matrimonio.

— Mallori mi hija querida. Eres tan bella como inteligente. Y cualquier hombre que sepa apreciar tu belleza interior sabrá interpretar tu hermosura exterior.
Eres perfecta, bonita y capacitada para demostrar que estás hecha de otra manera. Pero antes, debes creer en ti misma. Ser bella no es todo en una mujer. Tenemos otras virtudes que no nosotras mismas no somos capaces de ver hasta que las escuchamos de boca de otros.

— Madre, gracias por sus consejos. Me llena de dicha saber que soy perfecta tal y como soy.

Después de tomar el té con su madre, Mallori marcha hacia su alcoba, donde sentanda delante de un espejo comienza a peinar su larga y ondulada cabellera color fuego.
Detrás de ella, Sophy la observa en silencio. Poniendo su dedo indice en la comisura de su boca, se acerca hasta Mallori con la intención de mortificarla a base de hacerle creer que no es privilegiada en belleza y por lo tanto ningún hombre en su sano juicio se fijará en alguien como ella.
Las palabras alentadoras de su madre desaparecen en el instante que sus oídos escuchan las malignas palabras de Sophy creyendo en todo lo que le ha dicho. 
Con su cara mojada, su pecho contraído y su mano puesta en mi mitad de su pecho cae de nuevo en un lamento cargado de frustración hasta que llega su hermano y con calma la abraza secando su rostro.

El Noble Sentimiento#PGP2021Onde histórias criam vida. Descubra agora