Capítulo 7

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Durante la cena, el conde habla con demasiada frialdad dirigiéndose ha su hermana, toda su atención está puesta en la conversación con el profesor Frinn.
Viveka apenas pronuncia palabra alguna dedicando su atención a sus hijos y de vez en cuando mirar al muchacho que tenía delante suya.
Terminada la cena, todos se dirigen al salón para tomar café.
Viveka, siguiendo las instrucciones de su esposo de no mantener mucha confianza con su cuñada trata de esquivarla excusándose con ir atender a sus hijos.

En la alcoba de sus hijos, Viveka siente su corazón latir intensamente, incluso llega a sentir pánico de tener viviendo bajo el mismo techo a Edel. Para ella es una amenaza de tenerlo allí, siendo el primogénito seguirá llevando el título y su hijo no podrá hacerlo.
Martirizada con la idea de que su hijo llegue a perder todo, piensa en hablar con el conde para que cambie su legado y Klaus lleve el título de conde.
Aquella idea la hizo de ponerse pálida.

Nada más desocuparse, Viveka fue hasta la biblioteca para hablar con su esposo referente a Edel.
El conde, tratando de hablar lo más calmado posible le asegura a su esposa, que aunque Edel sea su primogénito, Klaus también llevará el título de conde dándole poder para tomar decisiones.
Viveka, no podía ocultar la alegría que le daba de escuchar por boca de su esposo que su hijo no estaría por debajo de Edel, y así podría asegurar un mejor bienestar para sus dos hijas.
Sin ocultar su felicidad, termina de hablar con su esposo para ir hasta su habitación donde la nodriza cuida de la pequeña.
Tomando asiento en un pequeño diván, Viveka le cuenta un cuento a sus hijos siendo observada por Edel.
En ese momento, ella no dice nada, simplemente sigue leyendo mirando de vez en cuando a rabillo de ojo en dirección donde se encuentra Edel en silencio mirando a sus hermanos.

— ¿Quieres pasar? — Le pregunta ella tras haber escuchado los pasos de alguien aproximarse hacia su habitación.

Al ver que se trata de Amélie, inmediatame se levanta dirigiéndose hacia Edel para que su cuñada vea que es buena con el niño.
Su mala fortuna hace de que se adelante Amélie y se lleve a Edel al jardín.

Desde su ventana, Viveka observa con detenimiento a Edel jugando con Conrad.
En ese momento sale Klaus a jugar con ellos.
Los ojos de ella se quedan fijos en los niños.
Edel juega con su hermano tratándolo con mucho cuidado. Klaus corría y reía junto a Conrad y Edel.
Desde su ventana, Viveka contempla a los niños y como Edel actúa como un niño normal y no como un niño enfermo como le ha hecho creer su esposo.

Con paso ligero, Raphael camina directo hacia donde se encuentran los niños jugando.
Viveka al ver a su esposo acercándose a los niños, sale rápidamente de su alcoba para buscar a Klaus.
Antes de que llegue Viveka, Raphael ya había comenzado a regañar a Edel.

— ¿Qué haces jugando con Klaus, no ves que él es muy pequeño? ¿Querías aprovecharte de él? — Edel muerto de miedo por la manera tan agresiva y autoritaria de hablar de su padre apenas le salen las palabras, tan solo puede negar con su cabeza.

— Klaus no juega con los hijos de los sirvientes, el está por encima de ellos.— Prosigue reprendiendo el conde a Edel.

— Raphael, tranquilo. No pasa nada que Klaus juegue con los niños. Son niños. — Viveka llega sofocada poniéndose al lado de Edel sujetándolo por sus hombros.

— No me desautorices Viveka. Además, Edel es mi hijo y yo soy su padre, tú no deberías de meterte porque no eres su madre.

Raphael agarra a Edel por el brazo, pero es Viveka quien lo sujeta para que no se lo lleve.
El carácter del conde es demasiado belicoso como para permitir que Viveka le tenga que decir qué debe hacer, cuando él no está acostumbrado a que nadie le tenga que decir cómo debe hacer las cosas. Clavando sus ojos feroces en su esposa, apretando su mandíbula formando una línea, agarra a su hijo tirando de él atrayendole hacia él.

El Noble Sentimiento#PGP2021Where stories live. Discover now