Leyna había salido con su criada de confianza a misa.
Nada más acabar la eucaristía, Leyna quería pasar por un pequeño mercado de telas para comprar algunas telas.
Se paró en uno de los puestos durante un buen rato indecisa por qué todas las telas eran preciosas.
Se decidió por una de tela azul marino con bordado de plata.
La compró y siguieron viendo todos los puestos tranquilamente sin prisas.
Hacía demasiado tiempo que no disfrutaba de un rato de tranquilidad para ella misma.En ese momento, una conocida capta su atención.
La muchacha, le invita a tomarse un té para comentar el último rumor sobre Sophy.
La muchacha, de la misma edad que Leyna, comienza a contarle con pelos y señales lo sucedido en la fiesta de disfraces. Y como después, desesperada Sophy pide ayuda y todo el círculo social de sus amistades le dieron la espalda.
Leyna presta demasiada atención a los comentarios respeto a Sophy, como para no darse cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo.
Apurada, Leyna se despide de la joven y se marcha apresuradamente hacia su hogar.Nada más cruzar por la puerta, Leyna ve sentando con una copa de un licor oscuro a su esposo, enfrente se encuentra su suegra leyendo y tomando un té, la cual se había tomado la molestia de meterle a su hijo ideas equivocadas sobre su esposa volviéndole agresivo.
— Siento el retraso. — Asustada, sin saber exactamente dónde mirar, Leyna trata de disculparse por su tardanza.
Haciendo oídos sordos a las pésimas explicaciones de su esposa, Arthur la golpea dejándola indefensa sintiendo cada vez el dolor en su piel a través del pánico que le produce cada golpe.
Agarrándola fuerte por su brazo, Arthur se la lleva arrastrándola escalera arriba hacia su alcoba.
Donde de malos modos la tira en la cama.
Mientras Leyna grita ayuda, Arthur la toma a la fuerza, mientras en el más silencio de cada rincón del hogar se podía escuchar los gritos de Leyna pidiendo ayuda defendiéndose como puede sin éxito.— Espero que esto te sirva le lección, tú no eres nadie. No lo olvides querida. — Con calma, Arthur desaparece de la estancia dejándola dolorida, llorando en silencio.
Desafortunadamente, Edel llegó tarde.
Al entrar en la mansión, no había nadie salvo los pocos criados.
Edel velozmente sube las escaleras hasta la alcoba de su hermana.
Al entrar, sus ojos se abren al máximo, su corazón se carga de odio de ver tendida a su hermana en la cama semi desnuda con su mirada perdida, con rastros de sangre y tan frágil como una muñeca de porcelana.— Leyna, Leyna... Soy Edel. Dime algo por favor. — Abrazándola con delicadeza Edel llora de impotencia de ver en ese estado a su hermana.
Inmediatame una sirvienta sube para curarla y darle un baño.
La sirvienta fue la encargada de contarle todo lo sucedido a un molesto duque.
Edel escucha cada palabra de la criada y como le relata que todo había sido provocado por la influencia de la suegra de Leyna hacia su hijo. La cual odia a Leyna por no poder quedarse embarazada, eso le lleva hacerle la vida imposible y haber conseguido borrar todo rastro de amor en su hijo hacia ella.
Apretando sus dientes, muy enfadado, Edel se marcha sin decir nada.
Se vuelve a subir a su carruaje dándole instrucciones al cochero de querer hablar con el comisario.
El cochero lo guía hasta el lugar.Al entrar, apenas se veía nada, solo lo poco que iluminan las antorchas.
Había hombres encerrados recibiendo su castigo, incluso la dureza de la justicia, torturaban a los presos, siendo hombres o mujeres.Edel camina siguiendo a un hombre alto y fuerte. El encargado de la prisión y de dar castigo a los presos.
Llegaron hasta una pequeña habitación, donde vestido de uniforme negro, se encuentra el comisario rellenando algunos papeles.
Al ver a Edel, deja a un lado lo que está haciendo para centrarse en las palabras del duque.
Edel le cuenta todo lo que el vizconde de Molibdeno ha estado haciendo a su hermana.
Y por ello quería castigarlo para que de algún modo sufra tanto o más como lo ha estado haciendo su hermana.
El comisario, le da algunas ideas para hacer pagar al vizconde por sus actos.
Conforme con que ese desgraciado pague por todas sus malas acciones hacia su hermana. Edel le da una generosa compensación al comisario quedando que se hará todo como lo han estado hablando.
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El Noble Sentimiento#PGP2021
RandomEl conde de Wegner tenía todo en la vida hasta que la inesperada muerte de su esposa transforma de algún modo su vida. Con un hijo a su cuidado, el conde culpa de toda su desgracia a su hijo el cual siendo inocente, deberá cargar con el resentimient...