Capítulo 10

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*NARRA ALESSANDRA*

-Chicas, abrid la puerta, ya se han ido todos-dice Adriano, por el comunicador.

Yo me levanto, dejando que Alina sujete la pierna de Alda, y retiro la cómoda de la puerta. Abro la puerta, y todos los chicos entran de golpe. Alexis no tarda en abrazarme, mientras que Ángelo va en busca de Allegra.

-Hay que llevarles, a un hospital-dice Armani, tomando a su hijo en brazos.

-Concuerdo contigo, ahora no podemos contratar a nadie para que venga. Esta casa está, totalmente destrozada y necesitáis una mayor ayuda-habla Adriano, tomando a Alda en brazos.-Alessandra, Ángelo, y Alexis, encargaros de recoger lo imprescindible. Allegra se va conmigo en el coche, y se quedan aquí varios guardias.

Todos asentimos, y envuelvo a Allegra, en una manta para que se la lleve. La subo a su silla del auto, y abrocho su cinturón.

-Tengan cuidado, si pasa algo, avisad-les digo, antes de que se vayan.

Cuando todos los coches arrancan, nosotros subimos hacia arriba, y comenzamos a recoger. Yo me ocupo principalmente, de las cosas de los niños. Mientras que ellos buscan el dinero, las armas, y guardan ropa de los mayores. Los guardias también ayudan, cargando los coches con las maletas, y asegurando de que todo el perímetro sea seguro. Dos de ellos, se encargan de desarmar la habitación de Allegra, haciéndolo rápidamente y cargándolo en una furgoneta.

Al terminar, los tres subimos a uno de los coches y emprendemos la marcha. En el coche se respira tensión, ninguno de nosotros habla, y la radio está apagada. Noto que el guardia aparca en el hospital, nos deja en la entrada y, nosotros vamos en busca de los demás.

-¿Os han dicho algo?-pregunta Ángelo, a Adriano que está meciendo a Allegra.

-Alda está siendo intervenida, para extraer la bala y para curar sus heridas. Alina y los niños, están siendo revisados-nos comenta, mientras me pasa a Allegra.

-¿Y ahora qué haremos?-les pregunto, preocupada, meciendo a mi pequeña.

-Tendremos que ir a casa, de nuestro padre-habla Antonio, hacia sus hermanos.-Ustedes saben que esa casa, están aún más oculta, y que tiene una sala de seguridad. Allí no correrían peligro los niños, si pasa lo mismo que hoy.

-Hace mucho tiempo, que no hemos ido allá-Adriano hace una pausa, mirándonos a nosotras.-Pero tienes razón, allí no correrían peligro ninguno de los niños.

-Adriano ve con ellos, a la casa, y descansad-habla nuevamente Antonio, apoyando su mano en el hombro de Adriano.

-¿Y ustedes?

-Nosotros vamos a quedarnos, hasta que ellos puedan salir. Cuando nos den el diagnóstico, los llevaremos a la casa, y si hace falta contrataremos a un doctor.

-De acuerdo, vamos chicos-Adriano pasa su brazo por mis hombros, y besa mi frente.-Si pasa algo, por favor, avisad.

Nos despedimos de ellos, y caminamos hacia el coche todos juntos. Meto a Allegra en su sillita, y me siento a su lado. Nuevamente todo el coche está en silencio, la tensión es aún más fuerte. Alexis va junto a nosotras, atrás, y acaricia la cabecita de Allegra que está entre nosotros. Sonríe mirándola, embobado, y toma su manita besándola.

Cuando llegamos a la nueva casa, tomo a mi pequeña en brazos y bajamos del coche. Ésta es aún más grande, está totalmente oculta por miles de árboles, y los guardias dan un poco de miedo. Éstos se encuentran a cada lado, armados hasta las cejas y contemplando cada movimiento que hacemos.

-Chicos, id a dormir. Los guardias están subiendo sus cosas, podrán encontrarlas en sus habitaciones. Buenas noches-habla Adriano, para después retirarse.

Siempre unidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora