Capítulo 3. Temp. 2

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*Narra Alessandra*

En cuanto llegamos al hospital, los hermanos Salvatore sacan a Ángelo y lo llevan hacia dentro. Yo me aseguro de que el coche esté bien cerrado, y ando rápido con ellos. Los enfermeros se llevan a Ángelo, y nosotros nos quedamos sentados en la sala de espera.

-¿Alessandra?-me giro hacia esa voz, y me encuentro a mi antiguo doctor. El que llevaba antes, mi embarazo.

-Oh, hola doctor-me levanto de mi asiento, y él se lanza a abrazarme.

-Llevo mucho tiempo sin veros a las dos, parece que esta bebé ha crecido mucho-él acaricia suavemente mi vientre, y sonría ampliamente.-¿Qué haces aquí? ¿Te ha pasado algo?

-Mi pareja se ha desmayado, y lo hemos traído a urgencias corriendo. Por lo que, estamos esperando aquí-le contesto, señalando la sala de espera.

-Pero ella se ha caído al suelo, de golpe, eso no es bueno para la niña. ¿Podría revisarla doctor?-nos interrumpe Armani, rodeando mi cintura.

-Por supuesto que sí, así veo cómo va esa pequeña. ¿Usted quiere venir?

-Yo me quedaré con mi hermano, esperando a nuestro sobrino. Pero si pasa algo, por favor avísenos.

El doctor asiente, y él me guía hacia su consulta. Me tumbo sobre la camilla, subiendo la camiseta hasta mi pecho, y él pasa el gel por todo mi vientre. Después toma el ecógrafo, y se comienza a ver a Allegria en el monitor. El doctor pone el latido de su corazón, y yo me emociono comenzando a llorar.

-Parece que esta niña está perfecta, no creo que se haya enterado del golpe-el doctor ríe, y yo también río con él.-Estás en la recta final del embarazo, ahora más que nunca debes cuidarte muchísimo.

Asiento y, me bajo de la camilla limpiando todo el gel. Él me da algunas indicaciones, y además algunas imágenes de Allegria. Vuelvo con los hermanos Salvatore, y los veo hablando con otro doctor. En cuanto me acerco, el doctor termina de hablar con ellos y se retira.

-¿Os han dicho algo?-les pregunto, a su lado.

-Sí, han subido a Ángelo a planta. Tiene anemia, y le han puesto una bolsa de sangre. En cuanto toda la sangre esté dentro de él, y le hagan otro análisis podrá irse a casa-me explica, Antonio.-¿La bebé está bien?

-Sí, Allegria está muy bien. El doctor dice, que ella no ha notado nada-le contesto.

-Eso es genial-habla esta vez, Armani.-Subid vosotros, mientras yo llamo a casa para avisarles.

Antonio pasa su brazo por mis hombros, y ambos vamos hacia el ascensor. Por suerte el ascensor está completamente vacío, normalmente hay bastante gente subiendo o bajando.

-¿Estáis juntos de nuevo?-pregunta él, mirándome atento, a lo que yo asiento.-Me alegro mucho, ustedes están destinados a estar juntos. Nunca había visto a Ángelo, tan desesperado por una mujer. Cariño, lo tienes rendido a tus pies.

Me echo a reír por su última frase, inevitablemente, y justo llega el ascensor a la planta.Él me indica la habitación que es, y se queda fuera esperando. Según él, "para darnos privacidad". Toco dos veces a la puerta suavemente, y entro encontrándome a Ángelo mirando al techo.

-¿Ángelo?-él dirige su mirada hacia mí, y me tiende su mano. Yo la tomo corriendo, y le abrazo fuerte.-Vaya susto me has dado, amore.

-Lo siento, lo siento mucho-dice él, llorando desconsoladamente contra mi cuello.

-¿Por qué lloras, mi vida?-le pregunto, tomando su rostro y limpiando sus lágrimas.

-Porque solo sé dañar a mi familia, os he hecho daño a todos.

Siempre unidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora