*NARRA ALESSANDRA*
-Aless, Aless...-escucho que me llaman, mientras unas manitas pequeñitas acarician mi rostro. Abro uno de mis ojos, y veo a Armani frente a mí sonriente.-Tengo hambre...-él hace un puchero, y mi corazón se derrite.
-Buenos días pequeño, ¿vamos a desayunar?-él asiente repetidamente, y yo me incorporo con cuidado. Mi pequeña está aún dormida, por lo que la envuelvo en una manta antes de bajar.-Vamos, cariño.
Él baja de la cama, y salimos de la habitación hacia el comedor. Alda nos espera con los demás niños, y nos señala nuestros asientos. Yo tomo asiento, con mi pequeña entre mis brazos, y trato de desayunar con una sola mano. Alda parece inmersa en sus pensamientos, mirando a un punto fijo mientras remueve su café.
-Alda, ¿estás bien?-le pregunto, algo bajito para no llamar la atención de los niños. Ella no responde, continúa callada.-¿Alda?
-¿Sí? Dime, cariño-responde ella, disimulando y con una sonrisa forzada.
-¿Estás bien?-sus ojos se llenan de lágrimas, y niega con la cabeza.
-D-discúlpame...
Ella abandona el comedor rápido, y me quedo con el ceño fruncido. Los niños me preguntan sobre ella, pero invento una excusa para que continúen desayunando.
-Aimé, ¿puedes venir?-pregunto en voz alta, esperando que me haya escuchado.
-Dime, Aless-responde ella, entrando sonriente al comedor.
-Quédate unos minutos con ellos, enseguida vuelvo-le comento, levantándome con Allegra en brazos. Ella asiente, y se sienta con los niños.
-Señorita, la cuna de la pequeña está en su habitación-me comenta Luciano, cuando paso por el pasillo.-Vamos a continuar, montando las habitaciones de los niños, y los muebles que quedan de Allegra.
-De acuerdo, muchísimas gracias Luciano.
Él asiente, y yo subo hacia la habitación de Alda. La puerta está entreabierta, y sus sollozos se escuchan desde fuera. Entro en silencio, sentándome a su lado mientras acaricio su espalda.
-¿Qué te pasa, Alda?-le pregunto, mirándola atenta.
-N-no puedo m-más con e-esto...-responde ella, entre sollozos.-N-nos van a m-m-matar.
-No nos van a matar Alda, con este plan estamos seguros todos. Los mejores guardias están de nuestro lado, no hay nada que temer.
-N-no lo entiendes... He cometido, un gran error. Todos estamos en peligro, saben nuestra posición.
-Espera, ¿qué?-me levanto de la cama, meciendo a Allegra, y mirándola con el ceño fruncido.-¿De qué estás hablando?
-Alina me comió la cabeza, y comencé a trabajar con ella contra ustedes. Pero juro por dios que me arrepiento, en serio Alessandra, no sabes cuánto me arrepiento.
-¿Qué cojones has hecho Alda?-ella se queda callada, retorciendo sus manos en su regazo.-Te he hecho una pregunta, ¿qué cojones has hecho?
-Todos nuestros objetos tienen un localizador, y los pijamas de los niños también. Cuando Alina despierte, irá a darle la localización de nosotros a los Montesco.
-Maldita sea.... ¡LUCIANO!-salgo de la habitación, casi corriendo, y trato de localizarle.
-¿Ocurre algo, señorita Alessandra?-pregunta él, corriendo hacia mí.
-Quiero a dos hombres vigilando a Alda, y quiero que revisen todos los objetos que hemos traído. Ella ha confesado, que hay localizadores entre nosotros incluidos sus pijamas.
ESTÁS LEYENDO
Siempre unidos
RomanceYA ESTÁ AQUÍ LA SEGUNDA TEMPORADA DE "MI ÁNGEL DE LA GUARDA" Lamentablemente, no la he terminado todavía por lo que no he creado una descripción. Iré poquito a poquito subiendo, y en cuanto esté entera, crearé la descripción. ¡¡ESPERO QUE LA DISFRUT...