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A la verga, jamás había tenido tanto dolor de cabeza. Chamo, no beban alcohol en exceso, es malo para la salud. No sigan el ejemplo de esta carajita de dieciséis años que bebe alcohol como si fuera agua.
Me desperté gracias al sonido de alguien vomitando hasta el alma. Abrí los ojos y no sabía en donde coño de su puta madre estaba. Este no era mi cuarto, así que supuse que todavía estábamos en la casa de Bomin. Yo lo único que sé es que hacía un frío criminal pero el calor de un cuerpo me mantenía con calor. Dirigí mi mirada hacia el baño y ahí estaba Valeria arrodillada en la poceta vomitando.
Asco, nojoda.
Nada más la vi y de repente sentí que el vómito me estaba subiendo por la garganta y me paré soplá' hasta el baño y comencé a vomitar en el lavamanos que estaba justo al lado de Valeria.
Verga, creo que vomité un pedazo de mi intestino y la mitad de mi hígado.
Me enjuagué la boca con un Listerine que había ahí y cuando me volteé, Valeria ya no estaba. Me salí del baño y cuando voy a ver, recién me doy cuenta, porque tampoco me molesté en averiguarlo, que el cuerpo que me mantenía en calor le pertenecía a Hyunjin, que estaba durmiendo plácidamente en la misma cama en donde yo estaba durmiendo hace unos minutos. Decidí ignorar ese detalle y me fui del cuarto ese, me metí en el cuarto de la hermana de Bomin para buscar mi ropa que casualmente estaba en frente del cuarto en donde dormí y me bañé así a lo arrecho. Me vestí y bajé para ver que lo que con los demás.
Por lo menos esta vez no me perdí. Eso sería el colmo.
Llegué hasta la planta baja y la casa estaba vuelta mierda, como si el tornado de El Mago de Oz hubiese arrasado con todos y con todo. Me metí en la cocina y tampoco había nadie. Salí hacia el patio y allí estaban Chris, Jisung, Ivanna, Seungmin, Jaehyun, Bomin, Daeyeol y Valeria comiendo empanadas en una mesa con una sombrilla de techo.
Qué vida tan dura.
Me acerqué a ellos como si el diablo me estuviera ayudando a caminar y me senté al lado de Valeria.
—Buenos días —dijo Bomin— ¿Cómo te sientes? —me preguntó.
— ¿Qué hay de buenos si acabo de vomitar hasta los ovarios? —le respondí adormilada.
Ellos se rieron de mi respuesta y Bomin me pasó dos empanadas con un vaso de jugo de naranja.
— ¿Tus papás no te van a joder por dejarles la casa vuelta un culo? —le preguntó Ivanna.
—Nah. Mis papás están en Caracas.
Así la vida en una mantequilla. Chris y yo tenemos a nuestros papás en Australia pero después de una fiesta ellos nos videollaman para ver si tiramos la casa por la ventana o para saber si al menos tuvimos la decencia de recoger y acomodar la casa.
Desayunamos los que estábamos ahí y poco a poco se fueron levantando todos y como casi no son bochincheros, pusieron música a toda mecha mientras Valeria hacía de dj. Yo me quedé acostada en una tumbona que estaba ahí al lado de la piscina y de repente se me acerca Ivanna.
