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Esta gente si se tarda, nojoda.
La cuestión es que Ivanna nos invitó para la exposición de su taller ese de pintura y dibujo, y los muchachos se están tardando demasiado para llegar, porque esta vaina empieza a las tres y ya falta un cuarto para las tres y ellos nada que se aparecen. No, claro, como Ivanna no los va joder a ellos, se dan el postín de la vida.
Menos mal que ya vienen por ahí, nojoda.
—Ajá, vámonos pues —Jeongin abrió la puerta de la casa como el escandaloso que es junto con Valeria y con Seungmin— ¿Y la pipol? —preguntó al ver que no había nadie en la sala salvo yo.
—Kike ya vienen por ahí —les dijo Chris que iba bajando.
—No obvio. Como a ellos nos lo va joder Ivanna —exacto Seungmin, exacto. — ¡A la vaina, ya son las dos y cincuenta y cinco!
—Ivanna nos a caer a coñazos —canturreó Valeria haciendo sus pasitos raros de fornite.
Esperamos y esperamos y esos caras de culo nada que llegaban. Ya eran las tres y diez y nada de nada. Yo ya estaba arrecha de tanto esperar.
—Ay no, vámonos de esta verga. Cuando se den cuenta de que ya nos fuimos les tocará irse en la buseta.
— ¿Cómo es la verga? —inquirió Changbin mientras entraba con los otros.
Ah coño, me escucharon.
Jeongin y Seungmin los sacaron de la casa y cuando yo me iba a montar en el carro veo al cara de culo de Minho montado a'lante.
¿Más o menos? Este es más arrecho todavía.
—No entendí pero te me bajas a la de ya —le dije al castaño mientras le chasqueaba los dedos y el solo me sonrió.
—Quien fue pa' Sevilla perdió su silla.
Nojoda, Minho. Escogiste el peor día para hacerme arrechar.
— ¡Bájate de esa mierda! —le grité triarrechísima.
—Ay Hannah, deja de joder. Deja al ladilla del coño este que se siente aquí y cuando vengamos tú te montas a'lante —Chris ya estaba ladillado de tanto esperar.
— ¡Pero si esta mierda es mía! —chillé como una carajita.
—Hannita... Mientras más te tardes, más tarde vamos a llegar —se notaba que Minho estaba era gozando con eso.
El coño de su madre.
Pero era verdad, pues. Dejé de pelear y me monté atrás en las piernas de Jeongin, porque ajá, no vaya a ser que uno de ellos me viole de camino al vergo ese y no, esa no es la idea. Minho hizo el amago de conectar su teléfono y los otros se empezaron a quejar.
—Ay no, nojoda. Ahí va Minho a poner sus vallenatos y sus gaitas —Félix giró los ojos con fastidio.
