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Martes, segundo día de clases y ya estoy considerando el suicidio esta vez de verdad.
Nos encontrábamos en clase de Física con el otro viejo canoso, pero este sí era amigable y jodedor. El profesor Pérez si me caía bien.
—Primera Ley de Newton, todo cuerpo continúa en su estado de reposo o movimiento uniforme en línea recta, no muy lejos de las fuerzas impresas a cambiar su posición —dictaba el profesor mientras explicaba en la pizarra.
Yo ya estaba ladillada de tanto escribir, no veía la hora de que tocaran el timbre para ir a receso. No sé en qué punto de mi existencia me puse floja.
—La semana que viene tenemos un examen individual de la Primera y Segunda Ley Newton, estudien porque no le voy a regalar ni un punto a nadie. Ya saben —añadió agarrando sus corotos para salir del salón ya que había sonado el timbre.
Agarré mi bolso y comencé a salir del salón junto con los otros dos al mismo lugar de siempre.
— Adivinen a quien le quedó física y va a tener que ir a reparación —dijo Valeria con una sonrisa pero todos sabíamos que lo que quería era llorar.
—Amix, de aquí a la otra semana, te da tiempo de estudiar. Si vas a reparación es porque quieres —le dije robándole un sorbo al papelón con limón que Seungmin se había comprado en la cantina.
—Es que no entendí —hizo un puchero— ¡Chamo, explíquenme! Si física me queda, adiós luz que te apagaste, no me ven más nunca. R.I.P Valeria García. Me mato antes de que mi mamá lo haga —añadió con dramatismo.
—Yo te explicaría pero...—comenzó a decir Minnie, como pensando bien lo que iba a decir— Eres estresante, así que no.
La pelinegra le mató los ojos.
—Yo te explicaría si no estuviera en las mismas circunstancias que tu —dijo Jeongin. Otro pegado más.
Esitos los dos.
—Ay ya, yo les explico el fin de semana en mi casa y borrador —les dije con fastidio.
— ¿De pana? —preguntaron los dos al mismo tiempo.
—Sí, Ohana significa familia, y la familia nunca te abandona.
—Hannah, te amo, marica —dijo Valeria— Eres lo best.
—Ya vas a ver, mañana le digo a mi mamá que te guarde jalea de mango verde —añadió Jeongin jugando con mis manos.
Dios bendiga la jalea de mango verde de la mamá de Jeongin. Siempre va a tener un espacio en mi heart.
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