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Septiembre fue un mes muy loco, lleno de alegría, tristeza, chanceos, estrés por el colegio, fiestas, salidas, estrés otra vez, cumpleaños, y un montón de cosas más.
Voy a recalcar lo más importante que nos pasó en ese mes.
El cumpleaños de Seungmin fue lo mejor, nos levantamos a la cinco de la mañana para ir a su casa y hacerle una sorpresa. Comimos que jode en su fiesta en el Náutico y uff, me pude bucear a los primos de Seungmin que están buenísimos.
La perra de Victoria quedó en la C y yo obviamente le tuve que bailar a San Pascual Bailón porque me cumplió mi deseo.
Ivanna salió muchísimas veces con Chanyeol pero todavía no son nada y a mí me provoca es drogarlos y encerrarlos en un cuarto sin ventanas para que se hablen claro.
Valeria está viva. Jeongin también.
Y si se preguntan qué me pasó a mí con Mingi, pues... Sí, si salimos muchas veces y ajá, él me dijo que yo le gustaba mucho y yo le dije que también me gustaba pero sólo hay un pequeño y minúsculo detallito... Se fue del país. ¿Triste? Sí, lo es, porque es el primer chamo que me gustaba bien y ajá. Pero como dijo Valeria:
«En esta vida hay más culos que estrellas».
¡Ah, sí! Ahora todos somos aún más amigos que antes. Salimos juntos, nos vacilamos las fiestas juntos, jodemos en el colegio juntos, todo juntos...
Pero dejemos de hablar del pasado y enfoquémonos en el presente.
Sábado tres de octubre, siete y cuarto de la mañana. El cumpleaños de Christopher.
Me encontraba en la cocina haciéndole el desayuno a mi hermanito bello porque él y yo podemos parecer perro y gato todo el tiempo pero yo amo a ese mongólico y súper gafo con todo mi jert. Mi mamá siempre le hacía una torre de cuatro panquecas con miel y con fresas, y adicional un vaso de Toddy; ahora que mi mami bella, hermosa y preciosa no está, yo tengo que hacerle eso para que él se pueda sentir querido. Después de todo, yo soy la única familia que tiene cerca ahora.
Ay Dios, si sigo hablando, me voy a poner a llorar.
Dejé caer la espátula en el piso porque alguien estaba tocando la puerta y me asusté burda. Y de paso la espátula era de aluminio. Le bajé a la hornilla no vaya a ser que se me quemen las vergas esas y ajá, me dirigí a la puerta pensando en quien coño de su madre llega a esta hora y adivina adivinador quienes eran.
— ¿Ya se despertó el cumpleañero? —susurró Jisung mientras entraba a la casa con los restantes.
—Todavía no —les respondí cerrando la puerta con cuidado porque esa verga ahora agarró una mañita y rechina más que'l coño.
—Hannah, las panquecas —me avisó Félix.
Vergación, salí volada pa' la cocina y mis panquecas se volvieron carbón. El coño 'e su madre, vale.
