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— Buenos días, mi nombre es Ivanna Borges, represento a cuarto año "A" y yo les vengo a hablar sobre el Día del Maestro... —dijo la castaña con ladilla por medio del micrófono.
Sí, a Ivanna y a Jeongin los pusieron a hacer el martes cívico porque ajá, más nadie quería y casualidad que Olga los consiguió hablando justo cuando ella entró. Yo ni siquiera les estaba parando bola, estaba demasiado fastidiada de estar ahí parada y de paso que todo el tiempo dicen la misma vaina.
—Ajá, buenos días mi nombre es Jeongin Yang y yo les vengo a hablar sobre el natalicio de Juan Crisóstomo Falcón —se notaba hasta en Pekín la ladilla que cargaba Jeongin encima.
Ver a Jeongin me daba sueño.
—Tres horas, nagüará —se quejó Valeria mientras se sentaba el banquito que estaba al lado de nuestra fila.
Valeria ya estaba mejor, o eso creía yo. Me alegraba mucho verla aquí con nosotros jodiendo, me alegraba mucho que siguiera siendo la persona loca, habladora, y marginal que era, aunque ahora se notaba un poco más seria con algunas cosas, pero seguía teniendo la misma esencia.
—... Gracias por su atención —finalizó el pelinegro mientras los demás aplaudían y ellos dos se iban a sus filas correspondientes.
—No veo la hora que sea carnaval —comentó Seungmin mientras caminábamos hasta nuestro salón.
Coño, de pana.
A la broma, empezamos hace como una semana y ya queremos vacaciones. Ese es el futuro del país. Aunque no sé de qué me quejo, porque cuando empezamos clases yo ya estaba revisando el calendario para ver cuando era feriado y no había clases.
—Buen día, chicos —entró la coordinadora de Control de Estudio, ella sí era chévere a diferencia de la vieja de Olga— Era para avisarles que la profesora de Castellano renunció y que se van a suspender las actividades del grupo de interés de repostería mientras se consigue a una nueva docente. Feliz día —y se fue.
—Había durado mucho la profe esa —dijo Valeria mientras se recostaba en el pupitre para dormir porque nos tocaba Castellano y ajá, ni modo— Con esa miseria que pagan aquí no les daba ni para comprarse un marcador.
Parece chiste.
No es que me alegra que haya renunciado pero... ¡COÑO QUE BIEN! ¡NO HAY CLASES DE GRUPO INTERÉS Y TENEMOS HORA LIBRE!
—Entonces eso significa que ya no vamos a hacer la exposición con las muchachas —comentó Seungmin mientras destapaba su vianda y nos daba dos tequeños a cada una.
Hey verdad, no tuvimos tiempo ni de hablar con ellas, que triste. Aunque no entendí, porque estudiamos en el mismo salón y ajá, les hablamos porque no queremos.
—Vale, ¿cómo estás? —le pregunté a la pelinegra que estaba muy concentrada en beberse el jugo de Seungmin.
—Con rolo de hambre porque se me quedó el desayuno en la casa, coño 'e su madre —se quejó mientras sacaba su teléfono— Ese's mentira que cuando llegue voy a conseguir mi vianda con comida, porque Juan Carlos no fue a trabajar hoy y ajá, de verga y voy a conseguir la taza, pa' lavarla, de paso —añadió con molestia.
