¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Y como esto es la televisión, ya tenemos uno hecho...—dijo Jeongin con burla sacando un bicho de esos que habíamos hecho antes de debajo del escritorio— Y que no se les olvide ¡ponerle sabor a la vida!, ahora sí, ¡a hincarle el diente!
Nos encontrábamos en grupo estable, nos tocaba a nosotros presentar nuestro dulce típico, y como Jeongin casi no es mentepollo se puso a mariquear cuando nos tocaba a nosotros. Seungmin estaba pasando por todos los pupitres dándole un pedazo del chubicho ese a cada uno.
Para ser nuestra primera vez nos quedó bien. Bueno que digo yo, vamos a tener que esperar unas horas para ver si nos da diarrea crónica. Lo más probable es que sí.
— Créditos —sacó unas hojas con nuestros nombres y las empezó a pasa como si fueron unos créditos de verdad.
Hay gente marica y después esta Jeongin. No, y lo peor de todo es que decía: Escrita, producida y dirigida por Jeongin Yang.
—Muy bien... —dijo la profesora riéndose por las mariqueras de Jeongin— Veinte puntos, siéntense pues.
Nos fuimos a sentar después de recoger nuestros peroles del escritorio, pero para nada porque después sonó el timbre para ir a receso. Nada más salimos con la bandeja esa llena del vergo ese y llegaron un montón de lambucios a ponerse encima de uno para que le diéramos un poquito.
—Hey, convive...—llamó un carajito a Jeongin que ni idea de que año era— Dame ahí, pues.
Este si es arrecho.
—Nojoda, anda a comer mierda mejor —le respondió el pelinegro.
—Dale, y te compro una chicha en la cantina —y a Jeongin se le paró una oreja al escuchar tremendo ofertón.
—Te escucho...—dijo Jeongin con unas ganas de ceder ante la tentación.
Ya Jeongin estaba a punto de abrir la taza de Tupperware para darle a los carajitos lambucios esos y vino Seungmin y le dio sendo coñazo en la mano y le arrancó la taza de las manos.
—Miren, carajitos de mierda, vayan a lambucear para otro lado antes de que les caiga a coñazo limpio —le dijo Seungmin todo obstinado.
Verga, así es que es, imponiendo carácter, nojoda.
Y nagüevoná, los carajitos se fueron corriendo. Que no se note que le tienen miedo a Seungmin. Les aconsejo no meterse con él cuando se despierta con los apellidos atravesados. Aunque no entendí, si Seungmin es un amor de persona.
Nos fuimos a sentar en nuestro banquito, y luego se nos acercaron Yugyeom y Bambam.
—Marico, no pue'se, nosotros nos inscribimos en cocina pensando que era el de repostería y ahora Cocoliso no nos deja cambiarnos de grupo estable, que arrechera —se quejó Bambam.
Ay mano, esitos.
—Cocoliso de mierda, me tiene la vida podría' —le siguió Yug.
—Amundo, pobrecitos —les dijo Valeria— Tomen pa' que no lloren.
