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Ya no los soportaba, por Dios santo que tengo ganas de pegarme el mecate de una, nojoda. Y eso que no me están haciendo nada.
Pero ese es el problema.
Se supone que deberíamos de estar decorando de una vez esta mierda porque la fiesta era en la noche, pero no, ellos estaban muy ocupados jugando un juego ahí marico de puros tiros.
Joda, a tiros los voy a matar si no se mueven.
Ya Seungmin, Jeongin y Valeria se encontraban distrayendo a Ivanna en Las Virtudes, me dijeron que la iban a llevar al cine y a otras partes ahí que no me acuerdo pero este no es el momento de recordar. De nada sirvió que me pusieran a cargo de estos mamagüevos ladillas porque me están parando menos de un cuarto de bola, no se quieren mover a decorar y ya son la una de la tarde.
No, y gracias a Dios que el señor vino ayer para arreglar el aire y no nos estamos muriendo de calor porque ahí sí es verdad que ya me hubiese pegado un tiro.
—Miren, ya son la una y cuarto, y si no se mueven a la de ya para empezar a decorar los voy a matar a puñaladas. Cuento tres y llevo dos —dije ya obstinada con la vena de la frente a punto de explotarme.
—Ahora es que queda tiempo, vale... Relajate —dijo Minho súper despreocupado sin pararme mucha bola.
Respira, no te le guindes encima, eres muy joven como para que te lleven al Cebollal.
Bueno, ya. Me arreché.
Caminé hasta donde estaba el router del wi-fi, lo apagué, lo desconecté del módem y desenchufé ese mierdero, casi que no corté los cables también. Me tenían hasta la madre. Enseguida se escucharon sus quejidos y sus maldiciones pero a mí me sabía a mi mierda lo que dijeran.
—Coño 'e la madre, Hannah, ya le iba a ganar a Félix —se quejó el mentepollo del hermano mío y yo le maté los ojos.
Diosito, dame paciencia porque si me das fuerza lo mato.
Aunque ganas no me faltan.
—Ya llegamos con... ¿Por qué no han empezado a decorar? —inquirió Hyunjin que venía llegando con Jisung porque ellos habían salido a comprar las cosas que faltaban.
— ¡Porque los mamagüevos mentepollos estos se pusieron a jugar su mariquera ahí y no me quieren hacer caso! —grité con molestia.
Tenía unas ganas arrechísimas de patearles las cabezas, a la verga, más de lo usual.
Coño, pero es que, lo que en verdad me arrechaba es que ellos dijeron que iban a participar, que iban a colaborar y que tal pero no quieren poner de su parte, quieren dejar todo a última hora y no, porque yo no voy a hacer una vaina toda fea.
Y también que no me querían parar bola y si hay algo que yo odio es que me ignoren.
—Mano, no, ya es pa' que estuviésemos terminando —dijo Jisung.
