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—Pss, pss... Hannah...—me giré para ver quien me había siseado y me encontré con Yugyeom quien me estaba pasando un papelito con bastante cautela.
Me encontraba en el examen de física y como predije, el profesor puso unos jeroglíficos en la pizarra. Por suerte yo les expliqué esos procedimientos a los muchachos. Abrí el papelito que me pasó Yugyeom.
MANAAAAAAA... Pasa la segunda ¡Por fa!
Leí el papelito y luego lo vi a él y estaba haciendo un puchero. Se veía adorable, no les voy a mentir. Me apiadé de él y le pasé el segundo ejercicio. Miré a mí alrededor para ver si venía el profesor pero estaba en el escritorio revisando otros exámenes; le pasé el papelito a Yug con la misma cautela que él. Por suerte el profesor no nos vio, porque si no nos quitan el examen.
Y ahí si es verdad que me pongo a llorar.
Me giré hacia atrás disimuladamente para ver cómo iban mis panitas. Seungmin estaba más relajado que malandro de noche y Valeria estaba estresada, pero se veía que sí le estaba echando ganas para hacer los ejercicios buenos. Me concentré en lo mío y cuando terminé le eché una revisadita, no vaya a ser, porsia' las moscas; y me levanté y le entregué el examen al profe no sin antes echarle la bendición de la morenita y de Diosito.
Me fui a sentar y puse mi bolso encima del pupitre para echarle una ojeada a mi cellphone. Vi mi Instagram y al rato vi una silueta pasar a mi lado y me jalaron el pelo, cuando veo, era Seungmin, el puto ese. Fueron pasando los minutos y Valeria nada que entregaba el bicho ese.
Jai papá.
—Vayan entregando, ya se acabó la hora...—dijo el profesor pasando por todos los pupitres para quitarnos la hoja de examen.
Cuando llegó al pupitre de Vale, ella no le quería dar el examen porque le faltaba poner algo y el profesor terminó por arrancárselo. Esita.
—Bórralo, cero one por el pecho —dijo Valeria cuandolos muchachos y yo nos acercamos.
—Chama pero, hiciste lo que pudiste, aunque sea la pasas. De trece pa'rriba te lo perdono, de trece pa'bajo te caigo a coñazos, porque debe ser que yo estuve explicándote por gusto. —le reprendí.
—Bueno, siéntense pues, que el profesor de matemática ya va a llegar...—el profe agarró sus corotos y salió del salón. Este profesor si es marico, él también es el profesor de matemática. — Buenos días, jóvenes, menos mal que ya se acabó la clase con el profesor de física porque ese me cae más mal.
El profesor tiene que ser medio parchita, definitivamente.
Vimos clase de función inyectiva, biyectiva y sobreyectiva que eso no nos va a servir para un coño de la madre pero bueno. Tocaron el timbre y los tres salimos en zumba de ese salón que parecía el infierno.
