- Altagracia Sandoval Ramos, joven llena de sueños ... una mujer que vivía de las apariencias pero no por ella, más bien por sus padres quienes a pesar de estar a punto de la bancarrota, hacían hasta lo imposible para sostener su vida lujosa y de juegos de azares.-Desde que Altagracia cumplió la edad de 22 años y buscando nuevos horizontes y más personas a quienes estafar el señor Juvenal Sandoval se fue para Rusia con su familia, destrozando el amor platónico de su hija y sus amigas las cuales conocían toda su situación, la carencia de afecto y la jaula de oro en la que vivían los jóvenes Sandoval.
-Al llegar a Rusia Altagracia se dedicaba a realizar bosquejos de propiedades y a soñar en que podía ser una gran arquitecta el día de mañana, se iba para los bosques y pintaba los imponentes árboles, pero sus sueños se caía cada vez que llegaba a casa y sentía el frio de aquel "hogar" entrar por los huesos.
- sus hermanos menores se encontraban en orfanatos de caridad, mientras su madre le decía a todos sus nuevos conocidos oligarcas que se encontraban estudiando fuera del país.
- Altagracia sonreía con las ocurrencias de su hermana menor, a quien a veces envidiada pues no tenía su belleza por lo tanto sus padres no estaban obsesionado buscando cualquier viejo verde con quien casarse.
- Se prometió así misma que su hermana no pasaría por lo mismo, nunca y que así a ella le tocara casarse con el señor JACKES SOKOLOV, un cuarentón que tenía lana como para empapelar edificios y que se encontraba muy interesado en Altagracia, había escuchado sostener conversaciones en como la vendía su padre como una vill vaca, pero el señor SOKOLOV lo que tenía de atractivo, lo tenía de tacaño.
- Lo que no sabía es que su suerte iba a cambiar ese día, para bien o para mal el destino estaba escrito y en su vida estaba destinado el señor JOSÈ LUIS NAVARRETE.
(...)
Ese mismo día Altagracia se fue a pintar los arboles como era costumbre, pero sintió unos gimoteos desde los arbustos y no sabe que la llevo a ver esa escena, era una pareja teniendo relaciones sexuales de lo más fuerte, algo que causo sensación pues a pesar de tener fama de "zorra" en Rusia debido a los comentarios burlescos de las mujeres que se la gozaban por ser una mujer voluptuosa.
Lo cierto, es que Altagracia no había tenido relaciones sexuales, ni con aquel hombre que pensó que podía ser el amor de su vida y solo se besaron una vez.
Por morbo o simplemente ganas de ver que era lo que tanto hablaban las estúpidas hijas de los amigos de mi padre. Contengo la respiración. Por favor... ¡por favor! Si se dan cuenta de que estoy ahí, me muero de la vergüenza. Y no. No quiero que eso ocurra.
De repente, la mujer suelta el bolso y sin ningún miramiento toca con decisión la entrepierna de ¿JOSE LUIS? El hijo del señor Efraín Navarrete. ¡¡¡Le está tocando el paquete!!! ¡Por todos los santos! Pero ¿qué estoy viendo? ¡Dios! Ahora es el quien le mete mano a ella por debajo de la falda. Se la sube, la empuja hacia arriba contra la columna y se comienza a refregar contra ella. ¡¡Qué fuerte!! ¡Ay, madre! ¿Qué hago? Quiero marcharme. No quiero ver lo que hacen pero tampoco puedo salir de allí.
Si cojo mi caballo, sabrán que los he pillado. Así que, agazapada y sin moverme, no puedo dejar de mirar lo que hacen. Entonces, José Luis vuelve a apoyarla en el suelo y la obliga a dar la vuelta.
La coloca sobre una piedra y le baja las bragas, primero con la boca y luego con las manos. ¡Joder, le estoy viendo el culo! ¡Qué horror! Y en aquel momento escucho al preguntarle:
—Dime, ¿qué quieres que te haga?, como una gata en celo, murmura entregada por completo a la causa. —Lo que quieras... lo que tú quieras. ¡Qué fuerte, por Dios, qué fuerte! Y yo en primera fila.
Sólo me faltan las palomitas. José Luis vuelve a empujarla. Le abre las piernas y mete la boca en el sexo de ella. ¡Ay, madre! Pero ¿de qué estoy siendo testigo? Ella por su parte, suelta un gemido y yo me tapo los ojos. Pero la curiosidad, el morbo o como se llame me puede y me los destapo de nuevo. Sin pestañear veo cómo él, tras relamerse, se separa unos centímetros de ella y le mete un dedo, luego dos y, levantándose, la agarra de su pelazo oscuro y tira de él mientras mueve sus dedos a un ritmo que, para qué negarlo, haría suspirar a cualquiera.
—¡Síiiiiiiiiiiiii!—escucho gemir a la mujer. Respiro con dificultad. Me va a dar algo. ¡Qué calor! Me guste o no, ver aquello me está poniendo frenética, y no precisamente por estar de los nervios.
lo cierto es que ver aquello en vivo y en directo me está excitando. José Luis se baja la bragueta de su pantalón gris. Saca un más que aceptable pene de su interior... ¡Vaya! me quedo ojiplática cuando veo que se lo clava de una sola estacada. ¡Me muero! Pero de placer... Vamos, justo por lo que está jadeando esa mujer. Mis pezones están duros de solo verlos, mi cuerpo reacciona como nunca lo había sentido
Minutos después, tras varios gemidos y bamboleos, mientras ellos se recomponen. ¡Olé! ¡Ya han terminado! , pero unos pasos se escucha por el bosque lo que hace que me sobrealce, quien podrá ser, se darán cuenta que he estado espiándolos que vergüenza.
Para mi mal era el señor Efraín Navarrete y un hombre al parecer y si no estoy mal, esposo de la mujer a la cual tenía ese hombre sometida hace pocos minutos.
-Que hace acá señorita Sandoval este no es lugar para una mujer sola, hay alguien por acá grita uno de los guardaespaldas del señor Navarrete y trae consigo a su hijo a medio vestir.
- si ve Horacio, mi hijo no estaba con tu esposa, estaba con esta mujer. Abro los ojos como platos. No sé qué hacer o que decir.
- me estaba viendo envuelta en un lio sexual del cual no había participado directamente y muy seguramente mi padre me matara.
ESTÁS LEYENDO
Convenientemente amandote.
PoetryQue pasa si te obligan a casar y sales de ti vida llena de dolor y este matrimonio termina por destruirte, se podrá superar tanto dolor? Historia adaptada a Navagracia