Capitulo 14

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Navacompañy, sede principal Rusia.

-Donde Carajos esta Altagracia Jose Luis? Que ha pasado con ella?

-Desde cuando tanta preocupación por mi esposa?

-Veo que no tenías tanta comunicación con tu esposa desde que no te dijo que es mi hija.

-Que?

- Si, José Luis. Altagracia es mi hija y tu me tienes que decir donde está, que hiciste con ella... se lanzó encima.

- la seguridad del señor Onassis los separo de la pelea que tenían en ese momento, José Luis en ningún momento lo golpeo, pues Aristóteles fue como el tío que nunca tuvo... pero esa confesión lo cogió despistado y asustado.

- No lo se, la he enviado a investigar pero no han dado con su paradero.




(...)




La turbulencia la despertó, la azafata voceo que todos los pasajeros que abrocharan el cinturón de seguridad ya que el avión comenzaría descender para tomar tierra. Se ajusto el cinturón y cerró los ojos, nunca le había gustado esta parte de viajar en avión. Cuando por fin estaban en tierra, todos los pasajeros comenzaron a buscar sus maletas, con cautela agarro sus maletas. Aún le dolía el cuerpo desde el accidente, bajo con cuidado del avión y fue hasta la entrada del aeropuerto.

Regina estaba con Isabella en brazos y al lado estaba un hombre muy guapo de nombre Daniel que tenía un cartel de "bienvenida a casa Altagracia" las lágrimas comenzaron a nublar sus ojos intentó reprimirlas pero cuando llego a lado de su hermana la abrazo con fuerza y lloro, para su sorpresa ella la abrazo y consoló fue la única persona que hizo algo así por ella. La ayudo a llevar sus maletas al taxi, hablaron sobre el vuelo y algunas cosas sobre la curiosidad de su tía por su vida, ella nunca la presionó por hablar de su matrimonio ni de José Luis, sólo pensar en él le dolía el corazón.

Protesto cuando Daniel pagó el taxi, intentó regresarle el dinero pero se negó a aceptarlo, guardó el dinero y agarro una de sus maletas mientras su Daniel llevaba la otra, el departamento era modesto y acogedor, lo que siempre falto en su vida. Se instaló en la recámara de invitados, dejo sus cosas en los cajones de la cómoda, tiró las cosas de su bolsa sobre la cama y vio su celular, indecisa lo encendió, después de un rato la pantalla parpadeo por llamadas perdías, varias eran de su padre, la mayoría eran de José Luis y tenía cuatro mensajes de él, borro todo hasta los mensajes sin leer, sacó el chip para después tirarlo a la basura. Compraría otro al día siguiente.

Iba a comenzar una nueva faceta de su vida, ya no había más una mujer que viviría por los demás, eso iba a cambiar. A partir de hoy tomaría sus propias decisiones y ayudaría a su hermana en el café.

Daniel le parecía un hombre muy guapo y miraba a Regina con unos ojos diferentes, ella sonrió y se dedicó abrazar a su sobrina quien tenía unos cachetes regordetes y unos ojos azules verdosos como el océano.

Altagracia tengo que decirte algo, le dijo Daniel...

No te preocupes esto será temporal, apenas me acomode me iré de acá ... no vengo a dañarles su rinconcito de amor.

Regina se puso de todos los colores, mientras Daniel reía y dijo "No, yo no vivo acá, solo ayudo a tu hermana con las cosas del café y a veces de la niña" pero laboro en la parte de la construcción... a eso quería llegar Altagracia conozco tu historia trabajo para la compañía ONAVARRA Company , pero te juro que no diré que estas acá.

Convenientemente amandote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora