“Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.”
- Altagracia se dedicó mientras estaba en esa pequeña isla tan amena, a tomar un curso online de administración de empresas, soñaba con ser arquitecta pero no tendría como justificar sus salidas y demás.- Se encerraba en su habitación al fin y al cabo era un adorno más en la casa, Magdalena y Matamoros se habían convertido en algo que ella le parecía más una familia, muchas veces se acuñaba en los brazos de Matamoros a quien consideraba un gran amigo.
- Siempre supo que ese hombre la respetaba y la miraba como si fuese el hermano mayor que nunca tuvo.
- Siempre se mantenía en contacto con su hermana Regina, las dos eran las únicas rechazadas por su padre por el simple hecho de ser mujer, se juró a si misma a proteger a su hermana y su hermano Elias, pero el temor que las frustraciones de su padre recayeran sobre su hermana menor siempre estaban latentes.
- Ese día era un día como un y corriente aunque estuviera cumpliendo sus 23 años, no pensó que al bajar al comedor se encontraría al personal del servicio con un pastel y velitas, todo tan pequeño pero con tanto amor que hizo que soltara lágrimas de felicidad.
- Por lo pronto su esposo bajo al escuchar el bullicio.
- Que demonios pasa acà fue el saludo que hizo.
- José Luis no te enojes dice Altagracia, solamente hicieron esto para agasajar mi cumpleaños.
- Perdón señor Navarrete, Nosotros nos retiramos a la cocina.
- En los ojos de Luis se notaba algo molesto, Altagracia estaba asustada pensando en que de pronto pudiera emprender una pelea y no era que le tenía miedo, muy dentro de ella sabía que no la golpearía como su padre.
- Su miedo mayor era que la cogiera contra los empleados.
- Se puede saber Altagracia, porque los sirvientes saben de tu cumpleaños y yo no.
- Pues será porque ellos se interesan por mí, al menos han visto internet esa información es publica, a pesar de mi terrible familia y ser una persona tan despreciable, he salido en revistas donde revelan mi edad.
- Tu te quedas aca, no te muevas.
- hizo una llamada con urgencia y después me manifestó.
- Arréglate, vamos a salir.
- No tienes que hacerlo Luis, no por obligación es mejor que me dejes aquí.
- No te lo volveré a repetir, ponte cómoda daremos un paseo.
- Tenia miedo, al fin y al cabo una cosa era lo que creyera, otra lo que podría hacerle ese hombre, no lo conocía del todo bien.
- Su padre, siempre hacia retirar a la servidumbre, o a veces la llevaba a partes lejanas para golpearla y humillarla como saco de boxeo.
- Luis, ya estoy lista.
No así no, deja esa ropa de loca y ponte algo lindo.
- Por Dios Altagracia, viste el dinero que hice depositar en tu cuenta… pensé que invertirías en tu closet… pero vaya sorpresa.
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Convenientemente amandote.
ПоэзияQue pasa si te obligan a casar y sales de ti vida llena de dolor y este matrimonio termina por destruirte, se podrá superar tanto dolor? Historia adaptada a Navagracia